Los Reyes arropan a los familiares de las víctimas del accidente de Barajas
Los Reyes, autoridades, trabajadores del aeropuerto y miembros de los servicios de emergencias que colaboraron en el rescate de las 154 víctimas del accidente de Barajas arroparon a sus familias en el funeral celebrado en la Catedral de la Almudena.
Unas familias a las que no hay que dejar solas, como ha pedido en su homilía el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien ha remarcado el “imperativo ineludible” de asistirlas en estos “momentos críticos” y a las que ha animado a “no perder la fortaleza”.
Don Juan Carlos y Doña Sofía han llegado a las ocho de la tarde al templo, donde han sido recibidos por Rouco Varela, el presidente del Gobierno y su esposa, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, y el alcalde de la capital y su esposa, todos ellos de luto.
A las exequias -cooficiadas por el Cardenal Arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares; el Nuncio en España, Manuel Monteiro de Castro; el Arzobispo Electo castrense, Juan del Río; y los Obispos de Lugo, Getafe, Urgell y Segovia- han asistido varios ministros, como los de Fomento, Industria e Igualdad, y los líderes de los principales partidos políticos.
Asimismo han acudido los presidentes de Canarias, La Rioja o Castilla-La Mancha, entre otras muchas autoridades y representantes de la sociedad civil, y los embajadores de Reino Unido, Bulgaria, Brasil, Mauritania, Gambia, Turquía, Indonesia, Francia y Suecia.
Miembros de AENA, directivos de Spanair y voluntarios de esta compañía -que ha fletado un avión para traer desde Canarias a los familiares que quisieran desplazarse a Madrid-, personal de Boeing, miembros de Sepla y empleados de Barajas que participaron activamente en las labores de emergencia tras el siniestro, la mayoría vistiendo sus uniformes, han ocupado también un lugar preferente en el templo.
Durante la misa, Rouco Varela ha instado a las familias a “enderezar con la fortaleza de ánimo” sus vidas y a “vencer serenamente al dolor, a la sensación de soledad y a la tentación de no querer afrontar los nuevos, múltiples y difíciles retos personales y familiares” con los que se enfrentan.
“No dejaros solos en estos difíciles y delicados momentos que atravesáis es para todos un imperativo ineludible”, ha subrayado, tras recordar la “admirablemente generosa” colaboración de profesionales y voluntarios que actuaron tras el siniestro.
Al término de la ceremonia, un representante de las iglesias protestantes ha leído una oración y ha expresado su solidaridad con las familias y con los supervivientes “en momentos tan duros”.
Tras la misa, los Reyes han saludado a los familiares mientras salían del templo -algunos de los cuales les entregaban mensajes- y han recibido el aplauso de los asistentes como muestra de agradecimiento por su presencia en el funeral.
También han estrechado la mano de alguno de los allegados de las víctimas y después han conversado brevemente, ya a la salida de la catedral, con Rouco Varela, con José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, y con Alberto Ruiz Gallardón y su mujer, Mar Utrera.
Antes de marcharse, los Reyes han saludado, entre otros, a los representantes de los principales partidos políticos, como Mariano Rajoy, o a autoridades como el presidente de Canarias, Paulino Rivero, y el alcalde de las Palmas, Jerónimo Saavedra.
La semana próxima, el miércoles 17, la catedral de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria acogerá un segundo funeral por los fallecidos, que presidirán los Príncipes de Asturias y al que asistirán, entre otros, José Luis Rodríguez Zapatero.
