El sospechoso de la desapareción de Yéremi Vargas, en prisión preventiva por retención ilegal de un menor durante horas

Zona en la que estaba la chabola en la que residía Antonio Ojeda

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Antonio Ojeda, conocido como Juan El Rubio, es el principal sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas en marzo de 2007. El Rubio, de 56 años de edad y dedicado a la recogida de chatarra, está en prisión preventiva desde 2015 por abusar sexualmente de un menor. La Guardia Civil le imputa en el caso del menor desaparecido los delitos de detención ilegal y homicidio, que han sido negados.

Según señala Espejo Público de Antena 3 Ojeda tiene antecedentes desde 1988 por una agresión a un policía, y en 2005 fue detenido por violencia de género. Fue en 2012 cuando cometió el delito por el que está en prisión preventiva en la actualidad. El Rubio presuntamente engañó a un niño aprovechando un descuido de su abuela con la excusa de que le iba a regalar una bicicleta. El menor le siguió y fue retenido durante horas en una caseta cercana al descampado donde desapareció Yéremi Vargas. No fue hasta 2015 cuando el sospechoso fue detenido y desde entonces cumple condena en una prisión de Algeciras.

El juez que investiga la desaparición de Yéremi ya indagó en su momento la posible relación de ese hombre con el secuestro y homicidio del por entonces niño, pero los investigadores no encontraron indicios suficientes para incriminarlo.

La nueva investigación responde a los comentarios que el interno ha hecho en prisión en los que insinuaba que podía tener información sobre la desaparición, Sin embargo, en su declaración ante los agentes, el sospechoso no ha confesado los hechos ni ha acusado a nadie, por lo que los investigadores han tomado su testimonio con cautela, según las fuentes consultadas por Efe.

Ojeda es propietario del Renault 5 Oasis blanco, vehículo que en marzo de este año la Guardia Civil indicó que sospechaba que se había utilizado en el secuestro y que como ha confirmado el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, volvieron a ponerle en la pista.

También el propio sospechoso había puesto una denuncia alegando que tenía “muchos datos que aportar” y por lo que el programa Espejo Público lo entrevistó en marzo de 2014, única imagen que se tiene de Ojeda.

En declaraciones a este programa la madre de Yéremi, Ithaisa Suárez, comentó que su padre, el abuelo del niño, había llegado a ver al sospechoso mirando a los niños apoyado en un poste de la luz, pero que nunca malpensaron de él. “Se supone que era un vecino que mi padre pensaba que era extranjero, y creía que eran las motos de otros niños lo que le llamaba la atención. Por eso, nunca pensó mal de él”, aseveró.

No obstante, se mostró convencida de que el investigado pudo haber llegado a hablar con Yéremi para ganarse su confianza. “Si lo veía ahí todos los días seguramente que llegó a hablar con el”, opinó. Asimismo, señaló que el niño era bastante reservado, entendiendo que no pudo haberse acercado al hombre si éste antes no hubiera hecho por ganarse su confianza al pasar bastante tiempo en el lugar donde jugaban los niños.

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