Un tinerfeño gana 125.000 euros en el Teatro Real
Jesús Lorente, una de las personas que asisten como público en el Teatro Real al sorteo de la Lotería de Navidad, ha ganado 125.000 euros al ser portador de un décimo del número 79.712, el segundo premio, que había comprado en una gasolinera de la localidad tinerfeña de Granadilla de Abona.
El afortunado ha declarado, nada más conocer la noticia, que empleará el dinero que le ha tocado en “tapar agujeros” y que está tan emocionado que ahora ya no siente el frío que ha pasado durante la noche, ya que desde las cuatro de la mañana hacía cola para entrar en el Teatro Real.
Jesús, que trabaja en el sector de la hostelería y ha viajado a Madrid para pasar las Navidades con su familia, ha recibido la feliz noticia desde la segunda fila del patio de butacas del Teatro Real, donde a las 9.42 los niños de San Ildefonso han cantado el segundo premio, vendido íntegramente en Granadilla.
A sus 27 años “recién cumplidos”, Jesús comparte el décimo con sus padres y sus hermanos, y ha sido felicitado por su familia a través del móvil, en presencia de los medios de comunicación. El tinerfeño ha mandado un saludo en directo a sus seres queridos y ha dicho que si su jefe no le ve en los próximos días, “ya sabrá por qué es”.
“Me parece que me voy a ver el mundo entero”, confesaba hoy Jorge Gorrín, un soltero de 57 años al que ya pocos podrán disputar la condición de vecino más afortunado de San Isidro (Tenerife), tras conocer que la suerte le ha sonreído por segunda vez y le ha dejado 375.000 euros.
Natural de La Gomera, aunque residente en Tenerife, Gorrín está retirado del trabajo desde hace siete años, cuando un sorteo de la ONCE le cambió la vida con un premio de 1.800.000 euros.
Soltero, sin compromiso y “sin manusiar” -como reconoce entre risas- este vecino de San Isidro es uno de los numerosos afortunados que compró lotería en la gasolinera Repsol de Granadilla de Abona que acaba de repartir, en su integridad, el segundo premio del Sorteo de Navidad: el 79.712.
Este nuevo golpe de suerte le ha dejado 375.000 euros (125.000 por décimo), que ya ha pensado en qué gastar, porque solo tiene familia lejana. “Y ahora, la voy a tener más lejos aún”, bromea, en la misma gasolinera donde compró sus tres décimos agraciados.
Gorrín dice que lo primero que va a hacer es comprarse una casa a la que ya le ha “echado el ojo” y, luego... “a correr mundo”.
“Brincar y saltar como una loca”
Otra de las personas que adquirió su décimo en la estación de San Isidro es Inmaculada Delgado, de 37 años, que cuando escuchó en la televisión que su número era el agraciado saltó de la cama y empezó “a brincar como una loca”, según relata entre gritos de alegría de sus hijas.
Madre de unas mellizas de ocho años, Delgado compró el décimo agraciado con el segundo premio porque ella y sus hijas nacieron el 12 de enero y le gustaba esa terminación.
Esta mujer, que vive en La Jaca (Arico) con su pareja y sus hijas, dice que está viviendo emociones “muy fuertes” y que tanto ella como sus hijas no han parado de “brincar y saltar” desde que se enteraron.
Asimismo, explica que el dinero lo destinará a pagar y amueblar su vivienda, comprar un coche -“un Audi muy bonito”- y hacer algún viaje.