Ingresa en un centro de menores el joven que mató a su padre en Tenerife

Europa Press

Santa Cruz de tenerife —

El menor de 16 años y origen brasileño que mató y descuartizó a su padre en Santa Cruz de Tenerife el pasado lunes con una sierra mecánica, ingresó este jueves en el Centro de Medidas Judiciales de Valle Tabares (Tenerife).

La Guardia Civil ha informado de que el servicio se inició sobre las 11.10 horas del pasado martes con el hallazgo en el mar de dos maletas con el cadáver desmembrado, a la altura de Valleseco, por parte de una embarcación donde se encontraban dos buceadores de una empresa contratada por la Autoridad Portuaria realizando labores de limpieza.

Así, encontraron una primera maleta que al abrirla aparentemente contenía en su interior el cadáver de una persona.

Ante esta situación, se persona en primer lugar la Sección Fiscal de Guardia Civil del Muelle de Santa Cruz de Tenerife, activando seguidamente al Equipo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife.

Los ocupantes de la embarcación narraron que cuando estaban trabajando en la orilla del dique observaron la presencia de una maleta flotando, la trasladaron hasta una zona donde era más factible su extracción hasta tierra firme y procedieron a la apertura de la cremallera por un lateral, pudiendo observar que en su interior parecía contener un cadáver humano, por lo que alertaron a la Policía Portuaria quien a su vez informó de la noticia a la Guardia Civil.

Una vez que se extrajo la maleta del mar y se colocó en tierra firme, los guardias civiles verificaron que aparentemente contenía un cadáver humano.

A continuación se requirió la presencia del médico forense y de componentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil para proceder a las tareas de levantamiento del cadáver, y también se activó al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil a la vez que se daba cuenta al Juzgado de Instrucción Número 5 de Santa Cruz de Tenerife, quien ordena el levantamiento a las 13.00 horas, momento en el que se inician las pesquisas policiales.

Por su parte. el GEAS de la Guardia Civil realizó una inspección del fondo marino de la zona donde se localizó la maleta por si pudiera localizarse algún otro objeto de interés, resultando que horas más tarde lograron localizar una segunda maleta.

Tras lograr la extracción del tronco del cadáver que ocupaba la totalidad de la primera maleta, pudo verificarse que se trataba de un varón al que le había sido amputada su cabeza y buena parte del cuello, así como la totalidad de ambas piernas y casi la totalidad de los brazos.

Además, presentaba una herida incisa en el tórax, compatible con la herida provocada con un cuchillo convencional.

Colaboración de un taxista

Durante la primera fase de la investigación un taxista se ofreció a colaborar afirmando que la tarde anterior había llevado a una persona desde el barrio santacrucero de Salamanca hasta la zona de Valleseco, con dos maletas de peso considerable.

Durante la carrera, el menor le indicaba al taxista que le trasladase hasta la zona de San Andrés donde decía que le esperaba su padre, sin embargo, durante la conversación aparecieron contradicciones, por lo que el presunto autor decidió apearse del taxi al llegar a la zona del dique de Valleseco, donde varias personas vieron cómo cargaba él solo con las maletas y se dirigía hacia el final del dique.

Recabadas ya manifestaciones de testigos que habían podido ser localizados, se pudo reconstruir el itinerario que siguió el presunto autor de los hechos, hasta localizar la vivienda donde se produjo el suceso así como su descripción física, informa el instituto armado.

Así, se ordenó el establecimiento de un dispositivo de vigilancia sobre la vivienda y seguimiento del objetivo, hasta el momento en el que al menor se le descubre deshaciéndose de diversas pruebas del delito, por lo que fue detenido por los guardias civiles del Equipo de Homicidios como presunto autor de un delito de homicidio.

Con el joven ya detenido, a las 18.35 horas del martes el GEAS de la Guardia Civil localizó la segunda maleta en el mar, a ocho metros de profundidad, y justamente bajo la plataforma elevada donde había sido visto con las maletas la tarde anterior.

Tras extraerse la maleta del mar y una previa apertura de un lateral permitieron constatar que contenía restos humanos, por lo que nuevamente se activó al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil y al médico forense.

Esa segunda maleta, de color granate y de mayores dimensiones que la anterior, también contenía los restos humanos envueltos en bolsas de basura de color negro, procediendo al levantamiento del cadáver y el traslado de la maleta íntegra al Instituto Anatómico Forense, al igual que con la primera maleta.

Una vez en el Instituto Anatómico Forense se verificó que en el interior de la maleta se encontraban dos piernas, divididas en dos partes cada una, dos brazos y una cabeza de un varón.

Según los primeros datos obtenidos, la cabeza localizada en la segunda maleta presentaba un traumatismo importante en un lateral, aparentemente con hundimiento craneal siendo probablemente la causa de la muerte.

Confesión y causa de la muerte

Pocos minutos después de su detención, el menor ya confesó que había matado a su padre el domingo dentro de su domicilio y que había cortado el cuerpo en varias partes y las había arrojado al mar dentro de dos maletas.

Indicó que la muerte de su padre, también de origen brasileño, se debió a que éste le sorprendió con una 'piedra' de hachís y eso le enfureció, por lo que iniciaron una discusión.

El desenlace final vendría producido por una serie de golpes con un martillo en la cabeza por lo que el padre perdió la conciencia y posteriormente, le clavó cuchillo en el pecho.

El menor también especificó que tras cortar con una radial a su padre, lo introdujo en dos maletas que después trasladó el lunes por la tarde hasta el puerto en taxi.

Tanto la noche del domingo como a lo largo del lunes también se dedicó a retirar de la vivienda enseres manchados de sangre, tales como un colchón, que arrojó al contenedor de la basura, además del cuchillo, martillo y radial usados, y dijo haber pintado alguna pared de la vivienda que había sido manchada con sangre.

Por otro lado, afirmó haber salido a intentar comprar una maleta de mayores dimensiones pero al no haberla encontrado decidió desmembrar el cuerpo en ocho partes distribuidas en las dos maletas halladas.

Ya durante la tarde del miércoles se procedió al registro del domicilio así como el estudio exhaustivo de la escena del crimen, hallándose pruebas que confirman el dormitorio como lugar de la muerte, con prendas, muebles y paredes con proyecciones de sangre.

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