¡Comprad, comprad, benditos!

Antes que nada he de reconocer que yo soy más de Black Sabbath que de Black Friday. Básicamente por la guasa de la leyenda urbana que dice que si reproduces sus vinilos de atrás hacia adelante escuchas invocaciones satánicas. La verdad es que yo nunca lo llegué a comprobar por mi innata condición de cobardica y por no cargarme la aguja de diamante del equipo HiFi de papá.

Taitantos años después de que la banda liderada por Ozzy Osbourne se disolviera como las manchas de fútbol con la arielita, se cruza en mi camino otro Black, pero en este caso Friday, que por puro efecto fonético me traslada hasta la sección de viejas glorias del heavy metal de mi memoria, donde tengo aparcados tan buenos recuerdos.

Lo cierto es que poca conexión existe entre la banda británica y la iniciativa comercial con pedigrí yanqui, más allá de mi reverberación adolescente, pero los avatares de mi pensamiento son así de incomprensibles. (Es sólo cuestión de acostumbrarse).

El caso es que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se ha apuntado a la moda del Black Friday, tan popular en Estados Unidos, para reactivar las compras en los comercios y restaurantes de la ciudad, bajo el reclamo de importantes descuentos.

Al calor de esta iniciativa hay detractores por sistema que se quejan de que se haya importado este jolgorio consumista con tufo americano, pero yo les digo que si hemos asumido con total naturalidad el Jálogüin, que no es más que hacer el gil por la calle disfrazado de monstruo y pedir caramelos de puerta en puerta, podemos dejar a un lado nuestros recelos y darle una oportunidad a eventos como éste para echar una manita a las pymes locales y aprovechar para ir tachando líneas de la lista de los Reyes Magos.

Así, Santa Cruz acogerá este viernes la gran fiesta de las compras, arropada por multitud de actividades culturales y de entretenimiento para toda la familia, con música, baile, malabaristas y hasta una patrulla de superhéroes comandada por Spiderman.

No sé si por estrategia de márketing MBA, o por imperativos del calendario, pero lo curioso es que al día siguiente del Black Friday de Santa Cruz se llevará a cabo la Noche en blanco de La Laguna, como si se tratara de mantener viva la musiquilla que tararea en nuestro interior algo así como: ¡Comprad, comprad, benditos!, ya sea en el Viernes negro o en la Noche en blanco.

Cuestiones cromáticas al margen, mi sentido arácnido me dice que habrá un empate técnico y hasta yo, que últimamente llevo agujeros en los bolsillos, puede que me anime y compre algo.