En la red

Los cambios generan inquietud e incertidumbre, pero ésta no tiene por qué desembocar en un escenario peor del que se parte. Entrar en la red sin red ocasiona un vértigo natural que sólo fomenta el aprendizaje acelerado, aunque también se corre el riesgo de asistir a un inmovilismo desmesurado. Pasar de un medio donde la lectura de las ideas está controlada a otro en que la perspectiva es mundial, asusta. Pero, como cualquier reto, habrá que superarlo. Por otro lado, las expectativas no son menores. Cuando una persona escribe, deja legado, para bien y para mal. Cuando una persona escribe, reflexiona sobre una realidad que intenta comprender, explicar, cambiar o perdurar. Este tipo de actos fomenta la responsabilidad, porque cualquiera es capaz de decir tonterías, pero no todo el mundo puede decirlas con un cierto halo de ciencia.

Tengamos claro que en la red, en la nube, en el ciberespacio, hay morralla. Mucha morralla. Por eso hay que tener la suficiente sapiencia para poder discernir y separar lo útil de lo inútil, no por banal, sino por insustancial a la hora de ver letras unidas con un cierto sentido que degrada el conocimiento.

¿De qué vamos a escribir? Principalmente de economía, pero, como veremos, hay una fina línea que todo lo une, por lo que tendremos grandes tentaciones de irnos a la política como mal necesario. ¿Qué tiene de interesante la economía?

Siendo honestos y claros, la economía todo lo mueve. O mejor dicho, las sociedades se mueven por motivos económicos. Si analizan en lo más profundo de sus neuronas, pueden ver que las motivaciones sintéticas proceden de un perpetuo análisis coste-beneficio de todas las decisiones. A lo mejor no hay un componente crematístico directo, pero hay un estatus. Por ello, cada norma, cada decisión, tiene un porcentaje alto de economía. Por ello, desde aquí invitamos a no ser conformistas, sino realistas, teniendo claro que no se trata de acertar siempre, sino de intentar cometer el menor número de errores posibles.

Este proyecto no trata de generar dogmas y normas. Este proyecto trata de generar información y formación, lo suficientemente expuesta a cualquier criterio de falsedad que permita desautorizarla en tiempo real. De lo que se trata aquí es de pensar, generando reflexión para la mejora, no de hacer cosas bonitas de cara a la galería, aunque siempre queden bien en un currículo. Feliz temporada.

José Miguel González Hernández es economista.