Condenados a ocho años de prisión un falso abogado y una agente inmobiliaria por estafa en Tenerife
La Audiencia Provincial de Tenerife ha impuesto una condena de ocho años de cárcel a un falso abogado y a una agente inmobiliaria que se quedaron con 105.000 euros de una compradora a la que vendieron un piso en Tegueste sin permiso de la dueña.
Los condenados están obligados a devolver la cantidad estafada y a abonar además una multa de 2.200 euros.
La Fiscalía calificó los hechos como constitutivos de un delito de estafa agravada y pedía cinco años de prisión, sanción de 2.500 euros y devolver los 105.000 euros cobrados mientras que la estafada solicitaba ocho años de cárcel, 4.500 euros de multa y recuperar el dinero de la venta del piso más intereses.
En el mes de febrero de 2020 la propietaria contactó con la agente para encomendarle la venta de la casa por 200.000 euros, pero poco después al ver que lo estaba anunciando por 180.000 optó por romper el acuerdo y así se lo hizo saber.
Pese a ello, la procesada siguió adelante con la operación tras haber contactado con una compradora que empezó a ingresarle dinero en varias cuentas mientras se ponía de acuerdo con un hombre que fingía ser abogado y la convencieron para desembolsar un total de 105.000 euros.
Las transferencias se quedaron en poder de los dos acusados y la compradora, al ver que no se formalizaba la operación y sólo le daban excusas, insistió en reunirse con el supuesto abogado, quien le dijo que no se preocupara que si no se confirmaba la compra le devolverían el dinero.
Al final, la estafada fijó una fecha para acudir a un notario con el fin de formalizar la compra después de que la verdadera propietaria no acudiera en otras dos ocasiones anteriores, advirtiéndole por burofax que si no se presentaba tendrían que devolverle el doble del dinero recibido.
La dueña le contestó que ella no había autorizado la venta ni recibido dinero alguno, momento en el que la estafada se dio cuenta de lo que había ocurrido.
El Tribunal concluye que no tiene duda alguna de la autoría de los dos procesados una vez que se llevó a cabo la correspondiente vista oral y las pruebas presentadas, pese a que ambas negaron haber engañado a la denunciante.
Durante la vista se intentó demostrar el delito con el anuncio de la venta o las transferencias a diversas cuentas de las cuales ninguna de ellas está a nombre de la propietaria, lo que la presunta estafadora explicó que esta quería el dinero en efectivo ya que tenía diversas deudas.
La Sala tuvo en cuenta que al contrario de lo que ocurre en este tipo de operaciones no se dejó constancia documental de las operaciones pero sí se hizo un borrador en el que se reflejaba la intención de devolver el dinero, incluso las comisiones cobradas.
También se aportaron conversaciones por mensajería que demuestran la existencia de un pacto con la estafada que se rompe meses más tarde y la intervención del falso abogado, con el que la denunciante habló varias veces bajo la creencia de que era letrado, algo que nunca negó.
Quedó absuelta otra agente inmobiliaria, acusada inicialmente por la denunciante, que recibió 35.000 euros en la cuenta a nombre de su hija, al señalar que lo hizo por que la condenada se lo había pedido como un favor ya que era objeto de varios embargos.
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