El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ordena un nuevo juicio para el acusado del crimen de Tabaiba que quedó absuelto
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ordenado repetir el juicio contra Antonio J. declarado no culpable por un jurado popular en la causa por el conocido crimen de Tabaiba relacionado con el muerte de una persona en esta localidad tinerfeña.
El TSJC rechaza la absolución después de los recursos presentados por la defensa del otro acusado que fue condenado, José L., la Fiscalía y los familiares del fallecido, que no estaban de acuerdo con esta parte del veredicto y así lo plantearon.
El TSJC cree que la sentencia es correcta en cuanto a la culpabilidad de José L. pero no en la absolución de Antonio J. y por ello obliga a realizar una nueva vista con un jurado y presidente de Sala diferentes.
La inocencia fue decidida con dos votos en contra y siete a favor por los componentes del Tribunal popular basándose en las grabaciones telefónicas en las que Toño, propietario del apartamento donde sucedieron los hechos y considerado el autor intelectual del crimen que posteriormente se suicidó, le pide que acuda al apartamento porque el fallecido había agredido a un familiar suyo que estaba en la UCI pero no para matarlo.
También se tuvieron en cuenta las imágenes de las cámaras del edificio en las que se le ve discutiendo de forma acalorada con Toño al sentirse engañado por éste y haberlo involucrado en un crimen.
El TSJC mantiene la culpabilidad del otro encausado, José J., condenado a 24 años de cárcel y pagar 153.600 euros a la familia de Rubén, asesinado el 21 de febrero de 2023 en el apartamento de Toño quien acabó con su vida un día después en el negocio que tenía en La Laguna.
El Jurado creyó probado que los dos acusados estaban en el apartamento sobre las 5:30 de la tarde, que uno fue quien acabó materialmente con la vida de Rubén mientras que el segundo lo desconocía pero no fue capaz de acudir a declarar a la policía en los días siguientes.
Según la sentencia condenatoria, Toño y el fallecido tenían un negocio de venta y compra de cocaína y en algún momento surgió una deuda de 103.000 euros y para resolver las desavenencias, el primero lo citó cuando lo vio en carnavales en su apartamento para intentar llegar a un acuerdo.
El Jurado, sin embargo, consideró que la intención de Toño siempre fue acabar con su vida lo que se llevó a cabo con una pata de cabra en apenas cuatro minutos, nada más entrar en el inmueble.
La condena se basó en las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio, de una farmacia y un supermercado cercano en las que se ve como los acusados y la víctima llegan al inmueble en distintos momentos y salen los tres juntos, ya sin Rubén.
También desconectaron los móviles al mismo tiempo nada más llegar a Tabaiba después de haber hablado entre ellos en varias ocasiones durante el día.
El Jurado dio por probado que una vez en el interior del apartamento llevaron a cabo el plan concertado “únicamente” entre Toño y José J. quien comenzó a golpear a Rubén en la cabeza produciéndole varias heridas graves y la muerte inmediata.
El cadáver presentaba fracturas severas en el cráneo hasta el punto de que no habría podido salvar su vida ni aunque la agresión hubiese tenido lugar en un centro sanitario.
Los dos acusados fueron detenidos después de encontrarse una carta manuscrita por Toño en el lugar donde se suicidó en la que les exculpaba de haber cometido el crimen, lo que no tuvo credibilidad alguna para los investigadores.
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