Mientras llegan tales compensaciones a lo público en forma de viviendas sociales, Anfi pide camas por la vía del interés general que están pendientes del Parlamento. Son esas camas, ya saben, las conocidas villas del salmón, porque el Cabildo de Soria informó favorablemente construir 3.500 villas poco después de viajar invitado en jet privado a Austria y Noruega, sin haber cumplido con los compromisos. ¿Debió tener en cuenta el Cabildo que no se cumplían los compromisos urbanísticos? Porque la empresa dirá y no le falta razón que si tienen que ceder el 10% de lo que tienen es porque lo tienen y ahora con la moratoria no lo tienen disponible. Es un vacío en la Ley de Directrices, que no lo es tanto porque esa Ley exige al promotor sus deberes y congela sus derechos. Por cierto, ¿dónde está la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, tan pulcra en otras latitudes con los que podrían perder sus hogares?