No sabemos si alcanzará los resultados previstos, pero lo que sí podemos garantizarles es que la penúltima campaña de publicidad del Centro Canario está dando que hablar. Eso de ver a Olarte o a Nacho González preguntando al respetable por el tipo de contrato basura que tiene cada cual está generando muchos comentarios, chistes y ocurrencias, que ya se sabe cómo son algunos cuando de aplicar la mala uva se trata. La campaña ha tenido incluso sus consecuencias en determinados medios de comunicación, siempre tan dados a separar lo publicitario de lo periodístico hasta que se produce el inevitable choque de trenes. Pero además de banners, cuñas de radio y otras creatividades, los responsables de campaña han incorporado el grafiti, un arte muy urbano, a la par que impactante, que hace tiempo que forma parte del paisaje de ciudades como Nueva York o Santa Úrsula. Estén atentos, porque esta campaña a la americana amenaza con sorprendernos hasta el minuto noventa.