Juan Fernando López Aguilar se dispone a presentarse nuevamente este fin de semana ante su partido y ante la sociedad canaria como el gran valedor de la regeneración política, de la renovación de las ideas y de las formas de actuar, el valedor de la paridad y del triunfo de la ética sobre el todo vale. Ese ha sido al menos el discurso que ha venido manteniendo desde que se dedicó, en plan fijo discontinuo, a la política isleña. Con él ha encantado a la militancia de la pura base socialista y ha enervado a los prebostes de siempre, tan inclinados a los viejos usos camuflados bajo esa laxa palabra que se llama consenso. Precisamente en la búsqueda del consenso, de lo que se ha dado en llamar en los preparativos de este congreso “el entrismo” (chacho, a ver si logro entrar en la Ejecutiva), andaban afanados los barones socialistas hasta bien entrada la noche de este viernes.