Juan Fernando López Aguilar ha tenido demasiado trabajo las últimas semanas y seguramente estaría al borde del colapso. Quizá por eso prefirió resguardarse y no acudir a La Gomera para hablar de la pena de muerte. Los ponentes que sí acudieron lo hicieron muy bien y ratificaron la creencia del auditorio acerca de tan execrable práctica, aún vigente en democracias supuestamente avanzadas del mundo. Pero volvamos al ministro. Su presencia en la isla agradaba a los socialistas, no hay duda, pero los no socialistas necesitaban de un acto de contraprogramación que aminorara el impacto mediático. Así que alguien decidió contraprogramar, y nada mejor que hacerlo con Antonio Castro Cordobez, ministro local de Infraestructuras, que acudió en compañía del obispo de la Diócesis Nivariense a inaugurar una pequeña capilla erigida a la Virgen del Carmen en Playa Santiago después de que unas obras de su departamento acabaran con un altar muy venerado. Desconocemos el éxito mediático de la iniciativa.