Desde luego no seremos nosotros los que le hagamos para Soria las mínimas averiguaciones que él debió realizar antes de lanzarse a denunciar que el director de CANARIAS AHORA es el autor de un comunicado de Jueces para la Democracia. Suponemos que ya saldrán, entre otros, el presidente del TSJC, Antonio Castro, a desmentirle, porque ese magistrado y sus compañeros de asociación conocen el nombre y los apellidos del juez que redactó ese escrito, mayor de edad y experimentado a la hora de plasmar lo que quiere expresar en nombre propio y de JD. Debe creer Soria que todos somos igual que él y que cualquiera es capaz de hacer o permitir lo que él sí ha hecho o ha permitido, como por ejemplo, que su jefe de prensa, Juan Santana, haya enviado correos electrónicos amenazantes e insultantes a periodistas, tanto desde el ordenador de su casa como de un ordenador adscrito al Gobierno de Canarias. O que el propio Soria haya utilizado su teléfono móvil corporativo para enviar mensajes subiditos de tono y bastante irrespetuosos a periodistas del sexo femenino. Por no recordar aquel infame episodio de los años 2003 a 2007, cuando Soria montó en el gabinete de prensa del Cabildo un panfleto digital, OffCanarias, con el que atacar a CANARIAS AHORA cada mañana con invenciones aberrantes y llamamientos a nuestros anunciantes para que dejaran de invertir en este periódico, entre otros comportamientos antidemocráticos y totalitarios. Para su fortuna, no somos como él. Así que, a seguir ejerciendo de Belén Esteban, que parece que es la única manera que tiene de salir en la prensa.