Hemos revisado nuestros comentarios sobre el baile de la consejera y la verdad es que no encontramos nada humillante o que fomente la desigualdad entre la mujer y el hombre, entre una consejera y un consejero del Gobierno de Canarias. Como tampoco ahondamos en diferencia alguna cuando criticamos duramente al señor Barragán, portavoz de CC, cuando dice un disparate en el Parlamento; cuando hacemos burla del color del pelo y del modo de hablar de José Miguel González, Pelopincho; cuando resaltamos los rollos que se casca Juan Fernando López Aguilar o lo pesado que es cuando habla Adán Martín, del modo frenético con el que se come las uñas José Manuel Soria o el chándal imposible de Javier Sánchez-Simón.