No vemos ni por asomo al juez titular del juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 7 de Telde, Javier García, influenciable. Y mucho menos por un periódico de la cáscara amarga, de esos que son capaces de apoyar los matrimonios entre homosexuales y la discriminación positiva en asuntos como la violencia sobre las mujeres. Es mayorcito el juez y tiene razón cuando se cabrea ante la avalancha informativa que todos hemos producido en torno a la Operación Faycán, que él dirige al ritmo que la Administración y las circunstancias le permiten. Por eso, quizás, ha emitido un comunicado pidiéndonos a todos un poquito de por favor y que lo dejen trabajar en paz. Lo comprendemos y trataremos de respetar sus deseos. Otra cosa es lo que ha dicho Guillermo Reyes, el único concejal del grupo de gobierno que ha roto la consigna: mejor callados; y más bonitos.