Y ya saben ustedes cómo es esto del trato con los gremios de reformas varias... Que si vamos mañana, que si de la próxima semana no pasa, que si no se preocupe don Santiago... Total, que los obreros se plantaron en la casa de la familia Pérez cuando se disponían a disfrutar de sus vacaciones, no en Mallorca, no, en La Palma, durante la segunda quincena de agosto. Ante tal tesitura, don Santiago decidió, so pena de perderse sus días de asueto, encomendarse a la profesionalidad de maestro y peonada para dejarles la llave del inmueble con el deseo de que los trabajos terminaran antes del plazo marcado. Y, claro, imaginamos que, con las prisas, la cuadrilla plantó andamios para arreglar y pintar fachada, pero se olvidó del dichoso cartel. Cachis. Letrero no había, pero las obras sí acabaron el pasado martes, 30 de agosto. Ya se lo dije, don Santiago, nosotros cumplimos. Juraíto