Ha calado de modo extraordinario la práctica de políticos como José Manuel Soria de ejecutar una obra particular y no colocar el preceptivo cartelito anunciador por fuera. Les acercamos hoy un ejemplo más, y en este caso de un destacado socialista, lagunero y martillo de corruptos por más señas, don Santiago Pérez. Por más que miramos no encontramos un dichoso cartel por ninguna parte, a no ser que el aparatoso andamiaje de la obra de la fachada de su casa lo tapara por completo. Por cierto, de nada que vieron al fotógrado por los andurriales (la instantánea está captada el pasado viernes) desaparecieron los andamios. No queremos ni pensar que la obra se haya realizado sin licencia. No se lo puede permitir el señor Pérez. Ni se lo permitiría la alcaldesa lagunera, que no deja pasar ni una.