Impresionante, señoras y señores, ese pedazo de don Pelayo que teníamos hasta el otro día en La Moncloa y nosotros sin enterarnos. Como hacen los grandes estadistas, se ha reservado lo mejor de sí mismo, lo mejor de su teoría política, para competir en brillo y esplendor con ZP, que a la misma hora largaba su discurso en la ONU. Dice Ansar from Spain, don Pelayito, que lo de Al Qaeda hay que situarlo en las ansias de esa organización por recuperar lo que los árabes perdieron en la Reconquista, iniciada por don Pelayo en Covadonga. Se olvida don Pelayito de meterle un dedo en un ojo a su carísimo amigo Berlusconi, porque antes de los antecesores de Ben Laden nos invadieron los romanos, y con la otra mano (valga la rima) meterle otro dedo en el ojo a Bush, por el numerito del Maine en La Habana para levantarnos Cuba. De donde, dicen, vinimos cantando. Anda, como él, pero en spanglish.