Serán ese ingeniero amigo y los asesores que tiene Soria, entre los que se sigue encontrando Fernández Roca, Curro, los que definan claramente el color del pelo, de los ojos, la estatura y el nombre de los adjudicatarios de las importantes obras de gasificación que se nos vienen encima. Ya suenan algunos de mucho renombre que no nos atrevemos a acercarles a ustedes no vayan a decir que la tenemos cogida con ellos. Pero les proponemos hacer un sencillo ejercicio: dirija su vista, aunque sea de modo mental, a la ampliación del dique Reina Sofía, piense por un momento quiénes se verían perjudicados si, como es de prever, las cosas siguen tal cual, es decir, que no se reconsidere nada; a continuación recuerden lo que publicamos aquí de una reunión de Castro Cordobez con un famoso empresario al que prometió compensaciones. Y ya está, pleno al quince. Por cierto, hablamos de cientos de millones de euros, casi casi lo del tren, que también tendrá mucho curro.