Pero no parece que vaya a ser interpuesta esa demanda, o al menos contra todos los que aparecen mencionados en ella. La razón es muy sencilla: la mayoría de los presuntos infractores están más que dispuestos a llegar a un acuerdo con la Concursal gracias al buen hacer del nuevo presidente amarillo, que anda templando gaitas todo el día desde que lo eligieron para entrar en la academia. Habrá condonación de deudas en algunos casos, cuando no aportación económica. Luego, con una millonada en la mano y una cuarta parte de la deuda cancelada, Ramírez podrá negociar ante cualquier entidad de crédito una operación de pignoración por 18 millones de euros, que sería la deuda con la que se quedaría finalmente la entidad una vez pasada la tormenta de esta tormentosa demanda. Ya verán, ya.