Pero esa crisis económica en la que está sumido el Puerto y de la que va a tardar años en salir (súmense ahora las indemnizaciones por las extravagancias de Arnáiz) no tratan de corregirse con una mejor gestión o con mayor continencia del gasto, sino apretando el pescuezo a los sufridos consumidores canarios. Al conocido como canon de Sestiba, aplicado desde junio de 2003 para hacer frente al déficit de esa empresa semipública (o semiprivada, como se quiera ver la botella), Arnáiz ha ido añadiendo nuevos atracos al consumidor para elevar las cifras de facturación. El canon de Sestiba (0,70 euros por cada tonelada que entra o sale de La Luz) ya ha superado sus previsiones de ingresos por el incremento de contenedores. Pero da igual, como se trata de recaudar, dos atracos más, el ISPS y el canon de seguridad.