Desde el mismo momento en que Pepa Luzardo fue consciente de que había perdido la Alcaldía, aquel mayo de 2007, juró venganza. El recado a Dania Dévora le llegó casi de inmediato, cuando aún no se habían secado las lágrimas de rabia y de dolor de la ex alcaldesa: “no te lo va a perdonar”. Se lo transmitió a la productora la que fuera concejal de Cultura con Luzardo, Isabel García Bolta, como si una ciudadana libre tuviera que pedir permiso a nadie para firmar el manifiesto que le saliera de las narices. Dévora, Luzardo y Bolta habían compartido muchos trabajos juntas durante la etapa de mandato popular, pero las dos políticas conocían de sobra la íntima amistad que une a la empresaria con Jerónimo Saavedra, junto al que llegó a poner en marcha el Festival de Música de Canarias cuando el hoy alcalde la nombró presidenta de Socaem. Saavedra se ha limitado a hacer con el Womad lo que Luzardo había comprometido. Pero la venganza del risco es así, mi niña.