Arte callejero, vanguardia y cultura alternativa en las calles de Berlín Este

Jóvenes junto a murales callejeros en el distrito de Friedrichshain, en Berlín. VISITBERLIN

Viajar Ahora

Dicen que seis de cada diez viajeros que llegan a Berlín, lo primero que preguntan es por la localización del muro. La carga simbólica y emocional de la antigua frontera entre Occidente y la extinta Europa del Este aún pesa, y mucho, sobre el colectivo de esta ciudad inquieta y dinámica; quizás ese recuerdo de división sea de lo poco que no cambia en esta Berlín de vanguardias vertiginosas. Y al llegar a la calle Mühlenstraße, todo ese peso de la historia te cae encima. Aquí se conserva el tramo más largo del antiguo muro; en la mayoría de la ciudad, el rastro del telón de acero se limita a una senda de adoquines; aquí no. Está ahí. En pie, pero desafiando al gris cemento de aquellas fotos. Entre febrero y septiembre de 1990 (hay que recordar que la ‘caída’ tuvo lugar el 10 de noviembre de 1989) un nutrido grupo de artistas convirtió uno de los tramos del paredón en una galería de arte contemporáneo al aire libre. La East Side Gallery guarda, hoy, aquel legado y es la mejor manera de adentrarse en el barrio de Friedrichshain.

Antiguo barrio obrero de Berlín, tras la división de la ciudad quedó en el lado controlado por los soviéticos. El área había sido seriamente dañada durante la Segunda Guerra Mundial, un extremo que fue aprovechado por las autoridades de la República Democrática Alemana para construir un ‘barrio socialista’. La Karl Marx Allee (Avenida Karl Marx) es la principal arteria del barrio y el mayor conjunto arquitectónico de Europa. Un inmenso bulevar de más de tres kilómetros de largo que sigue los esquemas clásicos y grandilocuentes de la arquitectura soviética. Símbolo de la reconstrucción de la antigua RDA y hoy una reliquia de aquellos tiempos de la división en bloques. En todo caso, magnífico paseo y visita imprescindible para entender la idiosincrasia de la ciudad (no hay que dejar de ver el mural de la Casa de los Docentes –Alexanderplatz, 9-) y excusa para subir a la Berliner Fernsehturm (Dirección: Panoramastraße, 1; Tel: (+49) 30 247 575 875; Horario: LD 10.00 – 24.00), la gigantesca torre de televisión desde la que se pueden ver las mejores vistas de la capital alemana (ver webcam).

Pero el verdadero Friedrichshain está a los lados de la gran avenida. A pocas manzanas de la gran avenida, el paisaje urbano cambia y los modestos bloques de pisos para obreros se adueñan del lugar. Con la caída del muro, muchos se fueron y el barrio quedó en una especie de suspenso hasta que llegaron los primeros artistas alternativos y jóvenes que aprovecharon la combinación perfecta de alquileres baratos y ‘zonas liberadas’. Desde entonces, el lugar se convirtió en una especie de laboratorio artístico donde se mezcla lo hipster, lo bohemio y lo okupa. El resultado del cóctel es una de las zonas más activas de Berlín y, sin duda alguna, uno de los barrios más curiosos de Europa. Edificios convertidos en obras de arte, galerías alternativas, teatros, mercados callejeros y tiendas de diseño forman un mosaico en lo que casi todo cabe. En torno a la calle Rigaerstrasse se concentra el movimiento okupa; en Simon Dach Strasse se han instalado numerosos restaurantes de moda, pubs y locales de ocio nocturno para todos los gustos.

La creatividad se desborda y un sinfín de colectivos artísticos pugnan por hacer los murales callejeros más espectaculares o la instalación más ingeniosa. Rigaerstrasse es uno de esos lienzos urbanos que bien merece una visita pormenorizada. Al otro lado de la Frankfurtel Alle (continuación de la Karl Marx Alle) se encuentra la Schamweberstrasse, otro de los epicentros grafiteros del barrio. El área cercana a la Estación de Warschauer se localiza el Urban Spree (Dirección: Revaler Strasse, 99; Tel: (+49) 30 740 785 97; Horario: LD: 9.00 – 03.00), una antigua zona industrial transformada en uno de los centros culturales alternativos más activos de Europa.

Remanso de paz en el ‘Volkspark’

Basta un ligero ascenso de temperaturas y un par de rayos de sol para que los berlineses se lancen en masa a los parques para pasar un rato al aire libre. El Parque Público de Friedrichshain se construyó en 1840 como celebración del ascenso al trono del káiser Federico II y es el jardín más antiguo de la capital alemana y, con sus 52 hectáreas de superficie, el tercero más grande. Más allá de sus columnatas, lagos y fuentes originales, uno de los atractivos del parque es visitar los monumentos que la antigua RDA instaló en los jardines: el más conocido es el Memorial a la víctimas polacas de la Segunda Guerra Mundial pero para los españoles, el más emotivo es el que recuerda a los alemanes que lucharon a favor de la Segunda República durante la Guerra Civil Española enrolados en las Brigadas Internacionales. El lugar preferido por los niños es la Fuente de los Cuentos de hadas. Durante la primavera y el verano, el parque es el escenario de multitud de actividades culturales (teatro, conciertos y música al aire libre).

COMER EN FRIEDRICHSHAIN

Chai Ji (Dirección: Rigaerstrasse, 30; Tel: (+49) 30 552 050 71; E-mail: info@chaiji.de) Cocina india a muy buen precio. Recomendable y en pleno centro de la movida artística del barrio.

Nil (Dirección: Grunberger Strasse, 52; Tel: (+49) 30 290 477 14; E-mail: info@nil-imbiss.de) un trocito de Egipto en la capital de Alemania. Barato y bueno.

Mutzenbacher (Dirección: Libauerstrasse, 11) Cocina tradicional centroeuropea. Restaurante austríaco alemán; un poco de cocina local en el punto caliente de la multiculturalidad.

Speisehaus: (Dirección: Wuhlischstrasse, 30; Tel: (+49) 30 679 686 02) Típica cocina alemana regada con la mejor cerveza a buenos precios.

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