La escalada de casos de coronavirus en Cantabria sigue creciendo. Los datos ofrecidos por la Consejería de Sanidad alerta de un incremento constante de positivos por COVID-19 en la comunidad autónoma, que se ha visto agravado desde finales de la semana pasada y que eleva hasta 205 la lista de personas afectadas por la enfermedad tras detectarse un total de ocho brotes diferentes que, según las autoridades sanitarias, “están totalmente acotados e identificados”.
Así, en los que va de día, hasta las 12.00 horas, Cantabria lleva registrados 22 casos positivos de coronavirus. En la jornada precedente, la cifra de nuevos contagios sumó 35 personas más, con lo que los datos que se notificaron al Ministerio de Sanidad del cierre de la jornada de lunes reflejan un total de 3.384 positivos con coronavirus, 2.561 diagnosticados mediante PCR y 823 a través de test de detección de anticuerpos.
La cifra de curados asciende a 2.975 (88% del total) y los fallecidos se mantienen en 212. El total de casos activos notificados hasta las 00:00 horas del día 3 ascendía a 193, 14 de ellos hospitalizados (uno de ellos en la UCI) y 179 en cuarentena domiciliaria.
Según ha informado el Gobierno, en la actualidad permanecen activos en la comunidad ocho brotes que involucran a 55 casos. Los dos primeros brotes son los que se corresponden con una fiesta privada en Campoo de Suso, que afecta a 13 personas, y un viaje al extranjero, que contabiliza 9 positivos.
Además del brote surgido en una residencia de mayores de Liencres, que “permanece estable” y que, tras realizar las pruebas PCR tanto a residentes como a profesionales, ha detectado 5 positivos, permanece activo otro brote con origen en un viaje a Europa, del que ya se han detectado 7 casos vinculados.
El resto de brotes hasta los ocho activos se corresponden uno con dos domicilios de familias comunes que acumulan 3 y 4 positivos cada uno. De hecho, la menor que participaba en las actividades municipales de 'El Veranuco' de Santander pertenece a uno de estos núcleos familiares; y otros dos que tienen origen en una comida familiar (con 8 casos) y una relación laboral (con 4 positivos) y un último brote relacionado con una actividad de ocio, con 5 casos vinculados.
Escalada de positivos
Cantabria registraba hace apenas tres semanas uno de los datos más bajos de casos activos desde que comenzó la pandemia. El pasado 9 de julio solo había un paciente ingresado por COVID en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y otras 22 personas permanecían en aislamiento domiciliario. Desde entonces, se han sumado un total de 182 contagios más hasta la situación actual, en la que la asistencia hospitalaria parece todavía controlada, pero con una transmisión del virus que ha vuelto a golpear fuerte.
De hecho, las cifras son las peores que se notifican desde finales del mes de mayo, cuando comenzaba a tomar forma la desescalada y se levantaron muchas de las restricciones de movimiento impuestas durante el confinamiento obligado por el estado de alarma. Además, le enfermedad ha vuelto a alcanzar al personal sanitario y ha entrado de nuevo en las residencias de ancianos, el colectivo más vulnerable y que supone el 70% de los fallecidos por coronavirus en Cantabria.