El Gobierno de Cantabria se opondrá a continuar la obra de los espigones de La Magdalena

La alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), se ha quedado sola en su defensa de continuar las obras de construcción de los diques de La Magdalena como solución para estabilizar la arena de las playas. Y es que el Gobierno de Cantabria ya tiene decidido que se opondrá a esta actuación, ya que, en su opinión, los espigones suponen una “aberración” por el impacto visual y paisajístico que generan.

Así se contundente se ha expresado este jueves el presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla. La decisión del Ejecutivo cántabro todavía no ha sido adoptada de forma oficial, aunque está previsto que se ratifique en el Consejo de Gobierno que tendrá lugar el próximo jueves, según ha apuntado el líder regionalista. La sintonía en este tema entre los partidos que ocupan la sede de Peña Herbosa (PRC y PSOE) es total. “La semana que viene daremos una opinión, lo que no vamos a variar es lo que hemos pensado siempre de esa obra”, ha adelantado Revilla.

De esta forma, el resultado es que solo el PP en el Ayuntamiento de Santander es favorable a continuar los trabajos de construcción, paralizados desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. La Plataforma ciudadana Salvemos La Magdalena ha reiterado este mismo jueves la necesidad de desmantelar el espigón construido porque se trata de una actuación “impactante y fuera de lugar” y ha abogado por reponer la arena como se ha estado haciendo durante años.

No obstante, la última palabra queda en manos del Gobierno central, que es quien financia y ejecuta las obras, aunque fuera a petición del Consistorio santanderino. La posibilidad de llegar a un consenso como demandaba el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, es imposible, dado que la alcaldesa se ha mostrado “inflexible”, tal y como han lamentado desde la plataforma ciudadana, que, por otro lado, ha valorado positivamente la propuesta realizada por el candidato socialista a la Alcaldía, Pedro Casares.

El portavoz del PSOE en la capital cántabra se descolgó esta semana proponiendo una tercera vía, consistente en instalar arrecifes submarinos como se ha hecho en playas del Mediterráneo o en los Países Bajos. A juicio de la Plataforma, “rompe la idea de que no hay alternativas” y abogan porque se estudie.

También el portavoz del grupo municipal regionalista de Santander, José María Fuentes-Pila, ha exigido que se “exploren todas las opciones antes de destrozar para siempre un patrimonio que es de todos los santanderinos”, como es la zona de La Magdalena, al tiempo que ha insistido en que retirar el espigón y continuar con los rellenos constituye “la mejor opción hasta que se encuentre otra alternativa”.

En este sentido, ha calificado de “doloroso” comprobar cómo la alcaldesa, “supuestamente quien tiene que defender esta ciudad, se empeñé en continuar con una auténtica barbaridad -los espigones- que romperá para siempre el paisaje, nuestro patrimonio y el elemento más identificable de toda la ciudad sin considerar si quiera otras opciones”.

“Mayores riesgos de erosión”

Los arquitectos Domingo Lastra y Eduardo Manzanares han comparecido ante los medios de comunicación como portavoces de la Plataforma ciudadana para valorar el informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), presentado la semana pasada, y han advertido que el espigón construido está provocando en algunos casos “efectos más nocivos”.

Lastra ha recordado que a este primer espigón se le confiaba la contención de los procesos de erosión y al segundo, el aún no construido, el que las arenas “no desbordasen” más allá de la playa de Los Peligros, y, por tanto, “no va hacer” que los procesos de erosión “se vayan a contener en absoluto”.

En este sentido, ha señalado que, según el informe, este espigón es un elemento que tiende a provocar “mayores riesgos de erosión” en el sector Magdalena-Bikini, pues al estar acumulando gran cantidad de arena en su lado este, lo podría restar de la zona del Campo de Polo, con “el consiguiente riesgo de erosión y descalce del muro”.

Añade que la difracción de oleaje en el espigón provocará una “erosión significativa” en el entorno del balneario, pudiendo provocar “grandes daños” en muros y cimientos de las edificaciones en la zona, lo que se evitaría realizando “aportes externos de arena”.

Según la plataforma, construir el segundo espigón previsto en Los Peligros “en nada cambiará” el comportamiento y los efectos provocados por el primero, y tampoco supondría cambio alguno en la zona Magdalena-Peligros, por cuanto las dinámicas predominantes de los temporales van del mar al fondo de la bahía, es decir, de Bikini a Peligros, por lo que “también se mostraría irrelevante”.

Igualmente, han apuntado que las arenas erosionadas están en torno a 20.000 metros cúbicos y el coste de reposición medio es de unos 40.000 euros, gasto que abona la Demarcación de Costas con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y que la plataforma considera “una cifra contenida y asumible”.