Una nueva movilización vecinal clamará contra un proyecto eólico en Cantabria que “amenaza espacios protegidos”

Vecinas y vecinos de Liérganes, Penagos, Santa María de Cayón y otros municipios de los Valles Pasiegos de Cantabria han convocado una marcha para el próximo domingo 3 de agosto en rechazo al proyecto del polígono eólico Benavieja, al considerarlo “una amenaza para el paisaje, el patrimonio y la calidad de vida local”.

La movilización partirá a las 10.30 horas desde la Iglesia de la Virgen de los Remedios, en Llanos de Penagos, y recorrerá una ruta circular con tres paradas simbólicas en puntos clave del paisaje que “se verían afectados de forma irreversible por el polígono eólico”. Esta acción reivindicativa, indican desde el recién constituido colectivo vecinal contra el polígono eólico Benavieja, “es un grito contra un modelo que se quiere imponer sin consenso, transparencia ni justicia territorial”.

El nuevo colectivo vecinal, tal y como ha señalado en un comunicado, también realiza acciones informativas, visibles en sus redes, recoge alegaciones populares y prepara medidas técnicas para defender el territorio.

El proyecto Benavieja, impulsado por Araste SPV 2021 S.L.U. —filial de Repsol Renovables—, fue publicado en el BOE el 14 de julio y está en información pública 30 días, “periodo en el que se dificulta la respuesta social”, según el colectivo vecinal.

El polígono contempla una potencia instalada de 86,8 MW, con 14 aerogeneradores de hasta 200 metros de altura —duplican la altura de la Catedral de Burgos y rivalizan con los rascacielos más altos del país— y una línea de alta tensión de 220 kV que atravesaría cinco municipios: Liérganes, Penagos, Santa María de Cayón, Villaescusa y El Astillero. “Su infraestructura de 'evacuación' —con una línea de alta tensión y una subestación colectora sobredimensionada— está diseñada para dar servicio a tres proyectos eólicos adicionales, configurando de facto un nodo energético regional”, señala el colectivo.

Así, esta agrupación vecinal, asesorada por profesionales de diversos ámbitos y los Colectivos Vecinales para la Defensa del Territorio de Cantabria, alerta sobre “el impacto ambiental que podría generar este megaproyecto”. Parte de la zona afectada está muy próxima a espacios protegidos de la Red Natura 2000, como las Zonas de Especial Conservación (ZEC) Río Miera, Río Pas y Montaña Oriental, así como a áreas de gran valor ecológico —la Bahía de Santander, Peña Cabarga y el hayal de Esles—, y a los valles de La Quieva y Las Porquerizas (Liérganes).

“Las instalaciones podrían afectar hábitats y corredores ecológicos clave para especies vulnerables o en peligro —milano real, alimoche, buitre leonado y algunas especies de murciélagos—, poniendo en riesgo su supervivencia”, avisan. También advierten sobre “la pérdida irreversible de la capa fértil del suelo, con consecuencias directas para la ganadería y la biodiversidad local, así como sobre el riesgo de contaminación y turbidez de fuentes de agua potable en varias localidades, como Llanos de Penagos”.

Precisamente, los Valles Pasiegos, por su alto valor ambiental, cultural y social, tienen una candidatura a Reserva de la Biosfera impulsada por el Grupo de Acción Local y respaldada por 17 ayuntamientos, varios afectados directamente por el polígono eólico.

Asimismo, el polígono eólico Benavieja, tal y como resalta el colectivo vecinal, “podría erosionar el atractivo paisajístico del que depende el turismo rural, clave para la economía local”. “La proximidad de aerogeneradores a viviendas —con distancias documentadas de apenas 260 metros— y de infraestructuras eléctricas —como torres de alta tensión situadas a 200 metros en El Astillero— genera preocupación por impactos acústicos, visuales y riesgos para la salud, seguridad y el valor inmobiliario”, aseguran.

En este sentido, el colectivo recuerda que, en 2021, la Plataforma para la Defensa de los Valles Pasiegos impulsó la declaración de zonas de exclusión eólica en varios municipios. Algunos, como Liérganes, Miera, San Roque de Riomiera o Corvera de Toranzo, aprobaron mociones en ese sentido pero dichas medidas no han sido incorporadas en la normativa autonómica.

Hasta ahora, los ayuntamientos de Penagos, Liérganes y Santa María de Cayón se han pronunciado en contra del polígono; en los demás municipios afectados, “reina un llamativo silencio institucional”.Tampoco se puede recurrir al Plan Regional de Ordenación Territorial (PROT), que sigue sin aprobarse, o al mapa de exclusión eólica, aún en fase de borrador.

Asimismo, el colectivo resalta que el polígono Benavieja “no es un caso aislado”. “Destacan la reapertura de proyectos anteriores, como Sierra de Zalama —promovida inicialmente en 2017—, junto a los polígonos de Ornedo, Morosos, Henestrosas, Olea y Cotío, y, más recientemente, Briesa”, apuntan.

Y denuncian también “una fragmentación intencionada de los proyectos eólicos para eludir una evaluación ambiental integral que contemple sus impactos acumulativos”. “Polígonos como Astillero I y II, Benavieja, Briesa, entre otros, se tramitan por separado, dificultando valorar de forma conjunta sus efectos sobre el paisaje, la biodiversidad, la salud pública y la economía local. Esta práctica, ya aplicada en el sur de Cantabria con los polígonos de El Escudo, Alsa, Cuesta Mayor y Campo Alto-La Costana, debilita la protección del territorio”, denuncian.

De hecho, en el caso del polígono eólico El Escudo, que afecta a los municipios de Campoo de Yuso, Molledo y Luena, los Colectivos Vecinales llegarán al Tribunal Supremo, como parte de una defensa jurídica más amplia frente a la expansión eólica en la comunidad autónoma. Para ello, permanece activa una campaña de micromecenazgo destinada a garantizar el derecho a la participación y la protección del patrimonio natural y social.