La nueva estadística del Consejo General del Poder Judicial constata una tendencia que se apreciaba desde comienzos de año: los desahucios se están multiplicando en Castilla-La Mancha y lo han hecho con mayor incidencia en el segundo trimestre del presente año tanto en comparativa con 2020, como en el mismo periodo antes de la pandemia. Concretamente, los 64 lanzamientos judiciales practicados de abril a junio del año pasado, en plena primera ola, han pasado a ser 476 en el mismo periodo de 2021. Es decir, hasta siete veces más. Si la comparativa es con el segundo trimestre de 2019, cuando no había COVID, entonces se realizaron más en ese periodo: 498. Pero significa que en esta región ya se ha alcanzado el volumen de desahucios que existía antes de la pandemia.
En el informe se establecen las nuevas tablas de evolución desde los primeros meses de 2020. Conforme a estos datos, en el primer trimestre del año pasado, aún sin la pandemia, se practicaron 296 desahucios, que pasaron a 64 con la primera ola. Después volvieron a subir a 249 en el periodo de julio a septiembre y algo más en el último trimestre del año, con 371. El año 2021 ya empezó con un nuevo aumento, hasta los 404 lanzamientos, que han pasado a ser 476 en el segundo trimestre. El incremento porcentual con respecto al año pasado es del 643,8%.
La misma tendencia se observa en los desahucios practicados por cada 100.000 habitantes, que se han multiplicado por ocho. De los 3,1 del segundo trimestre de 2020 se ha pasado a los 23,2 del mismo periodo de este año.
Y la evolución puede verse también en los desahucios que se llevan a cabo como consecuencia de una ejecución hipotecaria, que llegan a multiplicarse por once. El año arrancó con 117 de estas operaciones y pasó a 182 en el segundo trimestre, frente a las 16 que se realizaron en ese mismo periodo de 2020.
Desahucios por impago del alquiler
Por último, la evolución también queda constatada, aunque en menor medida, en los desahucios practicados como consecuencia de procesos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos, es decir, por impago del alquiler. En este caso, hubo tan solo 45 en Castilla-La Mancha en el segundo trimestre del año pasado, que han pasado a 277 en el mismo periodo de este año. En total el aumento supone un 515%.
Aunque en el informe se apunta que el “importantísimo efecto” que tuvo la pandemia por COVID-19 en la actividad de los órganos judiciales en el segundo trimestre de 2020 hace que “la comparación sea escasamente significativa”, lo cierto es que el volumen de desahucios de este año también es muy superior a los niveles pre-pandemia. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2020 se realizaron 296 lanzamientos y en 2021, un total de 404 en el mismo periodo.
Se da la circunstancia de que la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, al defender la propuesta legislativa anti-ocupación ilegal que Castilla-La Mancha ha hecho al Gobierno central, afirmó la semana pasada que actualmente se da un contexto distinto al de épocas pasadas “donde los desahucios eran un auténtico problema para este país”. Pese a las cifras, recalcó que “ahora estamos en otro contexto y las leyes se deben adaptar a los problemas sociales del momento. No se puede vivir permanentemente del pasado y hoy hay que dar respuesta a un problema real, que es de hoy”, dijo, en referencia a la ocupación ilegal.