El presidente del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha anunciado este jueves su intención de pedir al Gobierno de España que autorice “encomiendas de gestión” a Castilla-La Mancha en relación con el agua. Lo ha dicho tras reiterar sus críticas a las confederaciones hidrográficas, a las que ha definido como “uno de los organismos que peor funcionan en España” y ha deslizado el traspaso de competencias en este sentido: “Que nos encomienden la gestión de muchas cosas. Vamos a dedicar presupuesto y personal para lo que tendrían que gestionar los demás”.
En el transcurso del Debate sobre el Estado de la Región que está teniendo lugar este jueves, García-Page ha vuelto a pedir “unidad” en materia de agua en Castilla-La Mancha para que “nadie se aproveche de las diferencias”. En este punto se ha referido al estudio de la Universidad de Alicante crítico con la gestión de los embalses de cabecera en el Tajo. “Cuando quieran presentamos los informes de nuestra universidad para ver qué hacen con el agua en el Levante. Hay mucho publicado sobre eso”, ha añadido.
El presidente regional ha asegurado que no quiere “perjudicar al Levante”, ni que les falte agua para el consumo humano “como nos ha faltado a nosotros”. Pero les ha instado a utilizar las alternativas disponibles, como la desalación.
A Núñez: “Nadie entiende que aquí firme un pacto y en Murcia otro”
García-Page ha cargado también contra el presidente del PP, Paco Núñez, por firmar en la región “un pacto del agua” y otro en Murcia junto a “jefe”, Alberto Núñez Feijóo, que echa por tierra el acuerdo castellanomanchego. “¿Dónde está engañando, aquí o allí?”. Lo decía mientras detallaba novedades sobre el sector agrario regional.
Ha reprochado a Paco Núñez que en Murcia hace unos días le dijera a Feijóo “sí bwana”, junto a otros presidentes autonómicos, en relación a la 'Declaración de la Región de Murcia' en materia de agua y después de que el líder nacional del PP prometiera “arreglar” la cuestión del trasvase Tajo-Segura, y lo hizo en tierras murcianas, una de las regiones que se benefician del agua de la cabecera el Tajo, en Cuenca y Guadalajara.
Se ha mostrado muy molesto por que Paco Núñez “se haya ido a firmar a Murcia un documento que echa por tierra” el pacto castellanomanchego en materia de agua. “¿Cómo se puede firmar de verdad que el trasvase es insustituible?”, ha reprochado García-Page, que ha planteado que si podría sustituirse por la desalación.
También le ha demandado a Núñez “ayuda” y una “aclaración” después de que autoridades de Levante hayan acusado a Castilla-La Mancha “de tener el grifo abierto”, lo que ha tildado de “ofensa enorme” de quienes han “recibido el zarpazo más tremendo de la historia democrática de España, derivado del cambio climático”.
Y sin embargo, ha sido claro en su intención de “no perjudicar al Levante”, donde el “agua no tiene que faltar”, ha reivindicando que el agua que reclama Castilla-La Mancha la reclama para consumo humano. “Está muy claro que hoy hay alternativa, hace 30 años no, hay alternativa en la desalación”.
Avanza la tubería manchega
Además, García-Page ha anunciado que en octubre va a quedar adjudicada la tubería manchega de Campo de Calatrava, al que ha definido como una “garantía de abastecimiento para una parte muy importante de la provincia de Ciudad Real”. “Vamos a seguir apostando por proyectos capitales para nosotros y que tienen que ver con el crecimiento económico y de puro abastecimiento de población”, ha afirmado.