Es “una reducción de casi un cincuenta por ciento de agua para regadíos en 2027” y eso es “lo más positivo” para los pueblos ribereños de la cabecera del Tajo, entre Cuenca y Guadalajara, tras conocer el informe previo para modificar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura.
El Gobierno de Castilla-La Mancha lleva meses pidiendo aprobarlas de manera “urgente” al Gobierno de España. Hoy la portavoz Esther Padilla ha optado por ser prudente en la valoración, al no conocer el documento de forma oficial, aunque lo ha calificado de “noticias positivas” porque “si se confirma”, decía, “va en la línea que tiene que ir de reducción de los trasvases y garantía de los caudales ecológicos”.
En la misma línea está la Asociación de Municipios Ribereños de la cabecerá del río Tajo. “La sensación es positiva, se vuelve a recortar de 27 hm3 a 24 hm3 los envíos en Nivel 2, como ya se hiciera desde los 38 hm3 y se llegará hasta los 18hm3 en dos años”, valora el presidente de la asociación, Borja Castro.
Los nuevos límites para trasvasar agua incluyen además ampliar la franja de ese Nivel 2 hasta los 1.600 hm3 y en este punto Castro recuerda que con esa regla “el megatrasvase de abril no se hubiera producido por no alcanzar Nivel 1”. Hoy mismo se ha conocido que la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha dado luz verde a un trasvase trimestral de 180 hm3.
“Una lástima, porque es un duro golpe a nuestros embalses ahora que estaban en un momento magnífico de cara al turismo veraniego, aunque no obstante los niveles garantizan una situación próspera por lo menos hasta el final del año hidrológico”, señala Castro.
Las nuevas reglas cambiarán también lo que significa que la cabecera del Tajo esté en Nivel 3: el trasvase máximo sería de 11 hm3 y en 2027 todavía menos: 9 hm3 en 2027. Con las reglas actuales, el Ministerio para la Transición Ecológica, recuerda Borja Castro, “podía aprobar un trasvase entre 0 y 20 hm3 y la Mesa de Explotación proponía de facto siempre el máximo”.
En un año seco, según la media de la última década en la que se trasvasa anualmente alrededor de 320hm3, las nuevas reglas, abunda, “estarían recortando los trasvases en unos 36 hm3 anuales en 2025 y hasta un 40 por ciento en 2027 para dejarlo en 193 hm3”. Un recorte total que para el regadío se eleva a un cincuenta por ciento, porque parte se destina a agua de boca.
“Es un verdadero hachazo que era impensable hace diez años, valoramos que es un paso importante como los que se vienen dando desde 2019 aunque trabajemos para seguir ampliándolo”, advierte Castro.
Piden a los partidos defender el interés regional frente a sus dirigentes nacionales
Por otro lado, se pretende elevar la lámina no trasvasable alrededor de los 550hm3, aunque esto implica una modificación de la Ley que requeriría mayoría absoluta. Por ello desde la asociación se exige a los partidos políticos de Castilla – La Mancha que defiendan los intereses regionales frente a sus dirigentes nacionales.
“Nuestro deseo es más ambicioso, alrededor de 1.250hm3, el cincuenta por ciento, pero somos conscientes de que cualquier avance en la dirección correcta es importante porque es un problema que lleva décadas latente y es complicado solucionarlo drásticamente”.
El objetivo es reducir las cantidades anuales máximas trasvasables, fijadas ahora en 650 hm3, para garantizar los caudales ecológicos del Tajo, que implican lógicamente un desembalse mayor al que ha venido produciéndose. En general, la valoración del técnico de los Ribereños, Miguel Ángel Sánchez, es que “el CEDEX ha realizado un gran trabajo, pero desde la Asociación tenemos que seguir trabajando para reivindicar la importancia de una lámina estable y elevada en nuestros embalses”.
La Mesa de la Comisión de Explotación del trasvase tuvo que ser suspendida ayer lunes por el apagón, pero hoy ha dado luz verde a una nueva derivación de agua.