Barcelona detecta amianto en 38 vagones del metro y estudia si debe retirarlos
Al menos 38 vagones del metro de Barcelona contienen amianto, según ha detectado un análisis de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que ahora estudia si debe retirarlos. A raíz del hallazgo de este material en el metro de Madrid, la autoridad responsable del transporte público en la capital catalana sometió a estudio 109 coches que podían contener amianto en las líneas L1 y L3.
Lo que han analizado los técnicos es la pintura antiruido que reviste las cajas metálicas de los trenes de las series 3.000, 4.000 y 2.000. En 38 de ellos se ha detectado la presencia de crisótilo, una variante del amianto, que pese a que no desprende fibras sí podría hacerlo si se someten los coches a tareas de mantenimiento. Por este motivo, la Administración los ha marcado para que de momento nadie realice ninguna actuación en ellos.
La siguiente decisión que deberá tomar TMB es si los retira definitivamente de la circulación. “Estos trenes serán valorados técnicamente y si es necesario se harán actuaciones de retirada o de encapsulamiento de la pintura antiruido, para garantizar que no se degrada”, aseguran en un comunicado. “Existe la posibilidad de que algunos trenes dejen de prestar servicio temporalmente si se necesita más tiempo y la intervención de especialistas para operaciones de reparación”, prosiguen.
Buena parte de estos trenes se fabricaron en la década de los 80 y son de los más antiguos de la flota de que dispone TMB para el metro.
La Administración del transporte público barcelonés ha informado también que desde hace una década vienen haciendo seguimiento del amianto en estaciones y otras dependencias del metro. Se ha detectado sobre todo en planchas de fibrocemento que sirven de cubierta en la construcción de algunos edificios, aunque aseguran que no desprende fibras y que no es un “peligro” para los trabajadores.
Aun así, añaden que “de forma segura” se ha retirado material de construcción, sobre todo de obras de reforma de estas dependencias, que alcanzaría unos 3.000 m2.
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