La alcaldesa del pueblo valenciano donde un menor fue corneado había advertido de la “alta siniestralidad” de los encierros

Lucas Marco

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La alcaldesa popular de Puçol, Paz Carceller, reconoció durante la presentación de los festejos taurinos de los 'bous al carrer' que la localidad valenciana cuenta con una “alta siniestralidad”. Ante la plana mayor de las peñas taurinas de Puçol, Carceller pidió “responsabilidad” a los participantes para que el precio del seguro de los eventos dejara de aumentar. Sin embargo, en el último encierro de la Semana Taurina un menor de 12 años sufrió tres cornadas de una vaca que le afectaron al hígado y los riñones. La Policía Autonómica, según han confirmado fuentes de la Generalitat Valenciana, ha abierto una investigación para esclarecer la presencia de los dos menores en el recinto taurino.

El Ayuntamiento de Puçol mantiene un convenio con las asociaciones de peñas taurinas que otorga la responsabilidad del control de acceso a los organizadores de las veladas. El convenio, según fuentes municipales, obliga a los responsables de las peñas a controlar que no se cuelen menores en los eventos. Si bien los menores pueden acceder a las gradas de la plaza de toros portátil, siempre acompañados de un adulto, en ningún caso pueden acceder al coso.

El convenio se firmó tras una indemnización que abonó el ayuntamiento a consecuencia de una cogida mortal. Este año, el ayuntamiento presentó una campaña municipal de sensibilización para que los espectadores no participaran drogados o alcoholizados. Así, la programación de la Semana Taurina indica que “las compañías aseguradoras han puesto en peligro la realización de los festejos taurinos por sus elevadas primas”.

Precisamente sobre los seguros necesarios para este tipo de encuentros se pronunció el concejal de festejos taurinos, Alejandro Sancho, que durante la presentación del calendario de este año el pasado 27 de mayo, aseguró que “el seguro es un problema”. “Si queremos que haya toros el resto del año tenemos que evitar cualquier incidente en los actos programados”, advirtió durante la presentación de la Semana Taurina, el primer evento de estas características tras la anulación de las ediciones de los dos años anteriores a consecuencia de la crisis sanitaria de la pandemia de la COVID-19.

“Pedimos responsabilidad”

La alcaldesa, la popular Paz Carceller, recordó en el mismo acto que el seguro iba a costar “el doble” respecto a ejercicios anteriores. “Y eso”, agregó, “es debido a la alta siniestralidad que hemos tenido, por eso pedimos responsabilidad a los participantes en los bous al carrer: si vas a entrar en el recinto taurino, hazlo sin alcohol y sin drogas, por el bien de todos”.

La localidad ya sufrió una tragedia relacionada con los festejos taurinos en 2017 cuando un vecino de 46 años falleció a consecuencia de las graves heridas que le provocó una cogida de un toro en un evento organizado por la peña El Barrio. Tres años antes, un espectador que cayó de una barrera sufrió una cogida. En 2015 un corredor fue arrastrado por un toro y al año siguiente otro aficionado sufrió una aparatosa embestida. En 2019, un vecino recibió tres cornadas en el gemelo, el glúteo y el costado izquierdo.

El niño de 12 años, en estado grave tras ser embestido por una vaca, estaba situado en los barrotes que protegen a los espectadores, con medio cuerpo fuera. El chaval, originario de la localidad vecina de Sagunt, estaba acompañado por otro menor de 14 años que resultó ileso. Ninguno de los dos menores estaba autorizado a acceder a las instalaciones sin la supervisión de un adulto.

El Ayuntamiento de Puçol no ha contestado las preguntas de este diario. La Asociación de Peñas de la Semana Taurina ha lamentado “profundamente” los hechos y ha asegurado que los colaboradores voluntarios taurinos, encargados de la seguridad del festejo, aseguran que “advirtieron en repetidas ocasiones al menor [de] que abandonara el recinto, acompañándolo a la zona exterior del mismo”.

El comunicado de la entidad agrega que el evento “ha contado con todas las medidas necesarias” y destaca que la organización no vendió entradas a menores sin acompañamiento adulto. “Otra cosa es la utilización del engaño por parte de quienes sacan entradas a través de algún adulto que les presta ayuda para ello, siendo imposible en estos casos controlar de manera exhaustiva la venta de entradas”, apostilla.

El reglamento autonómico de festejos taurinos prohíbe la participación de menores de 16 años. Considerada infracción grave, la participación de menores puede conllevar sanciones de 600 a 30.000 euros.

El evento, organizado por la Agrupación de Peñas de la Semana Taurina, consistió en una noche especial para la exhibición de la ganadería de los Hermanos Navarro. La programación incluyó una jornada, celebrada el pasado 27 de junio, orientada a los niños, con una merienda a cargo de la Semana Taurina e incluso un concurso de recortes.

Cuatro muertes y 204 heridos en 2021

La temporada de festejos taurinos, que se celebra tras el parón de los dos veranos anteriores por la situación epidemiológica, lleva un saldo de dos menores heridos en 'bous al carrer'. Además del niño herido en Puçol, el pasado viernes otro menor de 14 años resultó corneado en el glúteo en Beniparrell.

Los 'bous al carrer', unos eventos estivales muy arraigados —especialmente en la provincia de Castelló— provocaron cuatro muertes y 204 heridos en 2021, según la memoria de la dirección general operativa de la Secretaría Autonómica de Seguridad y Emergencias. Las vaquillas, el toro de corro y el 'bou embolat' (cuando al animal se le coloca una estructura en ambos cuernos a modo de bola de fuego) encabezan las modalidades de los 'bous al carrer'.

La pandemia de la COVID-19 afectó de lleno a este tipo de celebraciones. En 2021 apenas se celebraron un centenar de encuentros taurinos de este tipo frente a los 269 de 2019, según los datos de la Generalitat Valenciana. La Federación de Peñas de 'bous al carrer' ya reconocía en una suerte de protocolo de actuación en materia de seguridad ciudadana elaborado hace seis años la “gran preocupación entre los aficionados por la gran cantidad de accidentes, así como el fatal número de muertes” de 2016.

Cada verano arrecia el debate sobre los festejos taurinos a consecuencia de los fallecidos y heridos. El gran arraigo de los 'bous al carrer' en el territorio valenciano también incluye en el imaginario colectivo a los morlacos que más aficionados se han llevado a la tumba. Es el caso de Ratón (Sueca, 2000 - 2013), un toro de lidia de la ganadería de Gregorio de Jesús, de media tonelada de peso y pelaje castaño con manchas blancas, que se cobró dos víctimas mortales en eventos de 'bous al carrer'. El animal cuenta incluso con una biografía autorizada escrita por el periodista Paco Delgado bajo el título La verdadera historia del toro Ratón.

PACMA alerta del “cóctel de adrenalina, peligro y drogas”

El partido PACMA ha lamentado el suceso acaecido en Puçol en que ha resultado herido grave un menor, al que deseó una pronta recuperación, y ha señalado que este año “los festejos taurinos estaban especialmente llenos de niños y nadie daba la cara para asumir responsabilidades”. La formación animalista lamenta la falta de control en el evento celebrado en Puçol y ha recordado que ya alertaron de la presencia de menores en varios festejos taurinos. PACMA niega que sean “hechos puntuales” y critica que “los pueblos están llenos de niños de vacaciones y sus padres los llevan a ver los encierros y los festejos”.

En San Juan de Coria (Cáceres) “se estaba ejecutando ilegalmente de un disparo en la cabeza a los toros en presencia de menores”. En Benavente (Zamora), la formación animalista ha documentado la participación de menores de edad sujetando las cuerdas del toro.

“Los encierros y demás festejos con animales asustados y estresados entrañan un peligro implícito”, agrega. PACMA considera que el auge de los eventos taurinos “se relaciona con el ambiente de excesos que tiene lugar a su alrededor”. “Se forma un cóctel de adrenalina, peligro y drogas que resulta llamativo para los más ingenuos”, critica la formación que sostiene que los consistorios que autorizan la celebración de festejos taurinos “anteponen los ingresos que les repercuten las fiestas antes que la seguridad y educación de sus vecinos”.