La Librería 80 Mundos, la más veterana de Alicante y un referente cultural en toda España, se enfrenta a una de las crisis más duras de su historia: la expulsión inminente de su local tras más de cuatro décadas en el número 14 de la calle General Marvá, en pleno corazón de la ciudad. La decisión llega después de que el edificio donde se ubica el establecimiento haya sido adquirido por nuevos propietarios de Madrid que pretenden transformarlo en un bloque de apartamentos turísticos.
Ganadora del Premio Librería Cultural en 2019, 80 Mundos no solo ha sido una librería, sino un espacio de encuentro, de pensamiento, de creación literaria y de vida cultural. Por sus estanterías y su sala de actividades han pasado grandes nombres de la narrativa y la poesía contemporánea, y ha sido el punto de referencia para varias generaciones de lectores y autores de la ciudad.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre los cuatro socios actuales —Carmen Juan, Sara Trigueros, Marina Vicente y Ralph del Valle— quienes desde 2018 han sostenido el proyecto con esfuerzo, creatividad y compromiso. En declaraciones a medios locales, han calificado la decisión de los nuevos propietarios de “mazazo descomunal”, especialmente por el momento en que se produce: justo antes de la campaña escolar de septiembre, clave para la supervivencia económica del proyecto.
“Nos dijeron que no era su deseo que continuáramos con el uso que estábamos haciendo del local”, explica Sara Trigueros. Pese a los intentos de diálogo y de explicar el valor de 80 Mundos para la ciudad, la respuesta fue clara: “Han venido a invertir y a sacar rentabilidad”.
La situación refleja un fenómeno creciente en muchas ciudades españolas, donde la especulación inmobiliaria y el auge de los pisos turísticos están provocando el desalojo de proyectos culturales, comercios históricos y vecinos de toda la vida. En palabras de Marina Ferris, “están destruyendo la memoria de la ciudad para montar un edificio de apartamentos turísticos”.
La librería, sin embargo, no piensa rendirse. En un emotivo mensaje publicado en redes sociales, sus responsables lanzaron un mensaje de resistencia:
“Vencerán, no convencerán. Hace unos días celebrábamos nuestro 7/41 aniversario, que conmemora el momento en el que cuatro amigos decidimos poner todos nuestros esfuerzos en que la librería más antigua de la ciudad tuviera la continuidad que merecía. Desde entonces decimos que somos la resistencia. Y la resistencia queremos seguir siendo. (…) Os prometemos que haremos todo lo posible por encontrar un lugar en el que dar continuidad, con vosotros, a este proyecto. No es la primera vez que estáis a nuestro lado en la adversidad. Caminemos juntos”.
Mientras buscan un nuevo espacio en un mercado inmobiliario marcado por los precios prohibitivos, los socios esperan al menos poder completar la campaña de libros de texto de septiembre y cerrar el local sin dejar en el aire a sus lectores.