A menudo, la pasta se asocia con una comida reconfortante. Lo mismo ocurre con los guisos, especialmente los de legumbres. No es descabellado pensar que, juntando ambos elementos, podemos obtener una receta casera perfecta para los días de frío. En la gastronomía española, con la salvedad de alguna ensalada, la pasta y las legumbres apenas coinciden. Pero fuera de nuestras fronteras existe un plato italiano que junta estos ingredientes, transformándolos en una comida llena de sabor. Si te resulta complicado incluir las legumbres en tus comidas, la pasta e lenticchie o pasta con lentejas puede ser tu mejor opción.
De todas las legumbres, es posible que las lentejas sean las que mejor capacidad tienen para incorporarse en multitud de recetas. Para aquellos que no coman legumbres, su pequeño tamaño hace que su textura no sea tan invasiva como los garbanzos o las legumbres. Tienen un sabor discreto, por lo que pueden adaptarse al perfil gustativo de los platos en los que las incluyas. Por si fuera poco, tienen unos valores nutricionales envidiables.
Son fuente de proteínas de origen vegetal, con casi 24 gramos por cada 100 gramos de lentejas. También es importante su contenido en fibra, que aunque se encuentra en menor concentración que en otras leguminosas, sigue teniendo una proporción reseñable; lo que favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. Las lentejas también son fuente de hierro, magnesio, zinc, potasio, fósforo y selenio.
Cómo preparar la pasta de lentejas
La pasta con lentejas es un plato versátil, que puede prepararse con la consistencia de un guiso o con la cremosidad de una salsa. Puedes ajustar las cantidades de líquido a tu gusto para obtener el resultado deseado. Esta receta tiene un sabor intenso, con la potencia de la panceta ahumada, el parmesano y el puré de tomate. Para preparar este plato, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 350 gramos de pasta corta: recomendamos que optes por el rigatoni rigati, una pasta tubular similar al macarrón, pero con una superficie estriada. Su consistencia facilita que se adhiera a la salsa de esta receta. Si no puedes hacerte con unos rigatoni rigati, puedes decantarte por otro tipo de pasta corta y estriada
- 200 gramos de lenteja pardina: se trata de la lenteja más habitual de los comercios generalistas. Tiene un tamaño pequeño y una piel fina que no se desprende al cocinar, por lo que no resultará desagradable al comerla
- 80 gramos de panceta ahumada: aunque puedes comprarla en la sección de refrigerados de tu establecimiento habitual, te aconsejamos que te dejes asesorar por tu carnicero de confianza, y que te dé un corte que facilite cortarla en cubos pequeños
- 80 gramos de zanahorias
- 80 gramos de cebolla
- 60 gramos de apio
- Un diente de ajo
- Un litro de caldo de verduras
- 100 gramos de passata de tomate: si no encuentras el puré de tomate en tu tienda habitual, puedes cocer unos tomates partidos por la mitad hasta que se les desprenda la piel, y pasarlos por un pasapurés. También, si tienes una trituradora potente, puedes batirlos directamente y colar la mezcla para separar la piel.
- 40 gramos de parmesano
- Una ramita de tomillo
- Una ramita de romero
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
Aunque a simple vista la lista de ingredientes para esta receta puede resultar algo abrumadora, la mayoría de elementos suelen ser un habitual en las despensas de nuestros hogares. La multitud de verduras son necesarias para confeccionar el caldo y cargarlo de matices. Si te sobra pasta de lentejas, puedes guardarla en la nevera, aunque ten en cuenta que espesará tras enfriarse, debido a la grasa de la panceta. Para preparar la pasta e lenticchie solo debes seguir estos pasos:
- Prepara el caldo: pica finos la cebolla, el apio y la zanahoria y sofríelos junto al diente de ajo entero en la cacerola que vas a utilizar para preparar este plato.
- Revisa que las lentejas no tengan piedras o granos de trigo y lávalas.
- Desglasa las verduras con un cucharón generoso de caldo y cuece la mezcla a fuego lento mientras preparas el resto de ingredientes.
- Corta la panceta en cubitos y añádela a la cacerola una vez se haya reducido el caldo.
- Retira el ajo de la cacerola y añade las lentejas, la passata de tomate, el tomillo y el romero. Puedes atar ambas ramitas con un cordel de cocina para que puedas extraerlas más tarde con facilidad.
- Cubre la mezcla con caldo y cocina a fuego medio-bajo durante unos 40 minutos con la tapa, o hasta que las lentejas estén tiernas. Tras esto, retira los ramilletes de hierbas aromáticas.
- Añade la pasta y agrega más cucharones de caldo, hasta cubrirla. Cuece según las instrucciones de fabricante de la pasta, y añade más caldo a lo largo del proceso de cocción si es necesario.
- Apaga el fuego y añade el parmesano.
Si quieres que esta receta sea vegetariana, puedes prescindir de la panceta y sustituirla por las cortezas del queso parmesano. Se reblandecerá durante la cocción sin perder su solidez, y aportará una explosión de sabor adicional a este plato. Como hemos comentado, puedes guardar lo que te sobre de este plato en la nevera. Te recomendamos que lo recalientes en una cacerola a fuego lento para que no se pasen los macarrones, y revitalizarlo con un poco de caldo de verduras si se ha quedado seco tras el reposo. Los ingredientes, asentados en la nevera, verán potenciado su sabor. Es por ello que muchos prefieren consumir este plato al día siguiente de su elaboración.