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La primera fase de rehabilitación de la Biblioteca Nacional empezará en julio

EFE

Madrid —

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La primera fase de la rehabilitación de la Biblioteca Nacional de España, que afectará a su fachada principal y y al vallado exterior, está prevista que comience “antes de que termine julio”, una primera actuación que tendrá un importe de 160.000 euros.

Según han informado a Efe fuentes del ministerio de Educación, Cultura y Deporte, estas obras están dentro del proyecto de “rehabilitación integral” realizado por el Instituto del Patrimonio Histórico Español que se llevará a cabo en dos fases: ésta primera de fachada principal y vallado, y una segunda que se licitará en otoño y comenzará en 2018 para actuar sobre los patios interiores.

Un proyecto integral que cuenta con un presupuesto total de 6 millones de euros, cantidad financiada por el ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que cuenta con una aportación de 1,5 millones del ministerio de Fomento.

En cuanto a la duración, la BNE quedará reformada en su totalidad en un periodo que comprenderá entre “4 o 5 años”.

Según las mismas fuentes, debido a la cercanía de la celebración del Orgullo Mundial en Madrid, ya se han comenzado a colocar unas “marquesinas” en la verja y fachada principal para evitar cualquier desprendimiento durante la cabalgata del próximo 1 de julio.

Asimismo, de cara a esta primera reforma se establecerán también recorridos peatonales en otras zonas para alejar al público de las zonas de riesgo aludidas.

En este sentido, y según informa también la Biblioteca Nacional en su web, la valla exterior del recinto se encuentra “muy deteriorada en su basamento de granito, reventadas algunas piezas y con significativas deformaciones y desplomes”.

Además, las decoraciones que configuran su remate final superior “vienen cayéndose a la vía pública con el consiguiente riesgo que conlleva a los transeúntes de las calles limítrofes”.

Según concluye el ministerio de Educación, esta rehabilitación de todos los “elementos decorativos y estructurales” se pone en marcha con el objetivo de reconstruir el daño que el “paso del tiempo y la contaminación” han provocado en este edificio que comenzó a construirse en 1866 por el arquitecto Francisco Jareño, y que fue finalizado en 1892 por Antonio Ruiz Salces.