Comprar islotes en Baleares: un negocio millonario que puede poner en peligro ecosistemas frágiles

Tagomago, S'Espalmador, l'Illa de'n Colom... Son algunos de los islotes de Baleares que, tras un desembolso económico millonario, están en manos privadas. La venta de islas no es ninguna novedad, como tampoco lo es el recelo de los grupos ecologistas porque estos espacios cuentan con una alta protección medioambiental.

“El problema no es tanto que sea una isla privada, sino el uso que se hace de un espacio singular”, comenta Joan Carles Parlem, presidente del grupo ecologista GEN-GOB Eivissa. “Los islotes son muy frágiles, cuanto más sencillo es un ecosistema, más susceptible a un impacto”, añade el biólogo.

En los últimos días ha resurgido el debate por la venta de l'Illa de'n Colom (nordeste de Menorca), que forma parte del Parque Natural de S'Albufera des Grau. Tras años en venta, un magnate cubano-estadounidense lo ha adquirido por 3,2 millones de euros. La compra no fue fácil: los 16 copropietarios del islote, comprado por Antonio Roca a principios del siglo XX, no se ponían de acuerdo.

Hace tres meses también se vendió otro islote, S'Espalmador, que forma parte del Parque Natural Ses Salines, por 18 millones de euros. Pertenece ahora a una familia de Luxemburgo, tras la imposibilidad de que el Govern y el Consell de Formentera lo compraran. “Enviamos dos comunicaciones al Gobierno central, para que s'Espalmador fuese un bien público, pero no hubo respuesta”, comenta Pilar Costa, consejera de Presidencia balear. “Es una lástima”, añade.

Tagomago: un lujo al alcance de Ronaldo

El islote más famoso de todos es Tagomago (noreste de Ibiza). Aparece habitualmente en los medios porque el empresario Matthias Kühn, pareja de la vedette Norma Duval, gestiona la explotación económica. En el islote, clientes como Justin Bibier o Cristiano Ronaldo disfrutan de una villa lujosa. Pueden practicar diversos deportes y actividades, como yoga, pilates o tai chi.

“Es ideal para gente discreta que quiere disfrutar de una absoluta privacidad y del lujo”, comenta los gestores de Tagomago en su web. En una noticia de la revista Focus, enlazada en la web del islote y cuyo contenido está respaldado por el grupo empresarial de Kühn, se comenta que una semana puede costar de 100.000 a 160.000 euros. Alquilar un superyate costaría 60.000 libras a la semana en horas punta, según Mirror, tabloide enlazado también en la web del islote.

Matthias Kühn, condenado por obras ilegales

Tagomago cuenta con una importante protección medioambiental: por ejemplo, es un Lugar de Interés Comunitario (LIC) y forma parte de la Red Natura 2000. Es el islote más grande y el que ha presentado más conflictividad con los grupos ecologistas desde los años 80. “Cuando llegó Matthias Kühn empezamos a tener problemas”, señala Joan Carles Parlem, quien también comenta que en el resto de islotes (como S'Espalmador) no existen estas dificultades.

“En Tagomago tenemos problemas constantes por especies como el halcón marino o la pardela balear, un pájaro que solo vive en nuestro archipiélago”, señala. “Por ejemplo, como los clientes se mueven en helicóptero desde el aeropuerto de Ibiza, los desplazamientos pueden perjudicar a las crías del halcón”, explica el biólogo. “Y eso que en Tagomago no hay un helipuerto autorizado”, añade.

Kühn ha tenido problemas con la justicia y las autoridades. La batalla judicial en el islote comenzó en 2009, cuando los agentes medioambientales del Govern denunciaron unas obras realizadas. Kühn, que contó con el exfiscal Pedro Horrach como abogado, ha sido condenado a seis meses de prisión y a 18 meses de multa con cuota diaria de 10 euros por ejecutar las obras sin licencia.

La sentencia, emitida en febrero, establecía que el empresario había cometido un delito contra la alteración del territorio, pero no uno contra el medio ambiente, como sostenía el Ministerio Fiscal. Las obras consistían en pavimentar espacios cercanos a la vivienda principal. Según El País, Kühn pidió que se construyeran desde caminos de piedra a una caseta de cemento en la zona del puerto.

“El PP favoreció a Kühn y Norma Duval”

En 2014, el grupo parlamentario de Més per Mallorca presentó una denuncia al grupo Kühn&Parther que, mediante Isla Tagomago S.A., comercializa turísticamente el islote. En su denuncia, aseguraban que éste se alquilaba por miles de euros (entre 100.000 y 250.000 a la semana), tal y como se recogía en la página web de la compañía (actualmente esta información no está disponible).

Asimismo, Més entendía que el Govern, dirigido en aquel entonces por José Ramón Bauzá (PP), “permitió irregularidades en la construcción de este islote” y que esto “pudo constituir delitos de prevaricación y tráfico de influencias para favorecer a Kühn y Duval”. En 2013, la Conselleria de Medi Ambient, dirigida por Biel Company, actual presidente del PP balear, autorizó una reforma de la casa.

David Abril, por aquel entonces diputado de Més en el Parlament, denunció “la impunidad con la cual actúan Kühn y Duval, que simplemente por el hecho de que tienen mucho dinero están haciendo todo lo que les da la gana en Tagomago”. En declaraciones a eldiario.es, Abril recuerda que la pareja compareció en la subcomisión de la Red Natura 2000, dependiente de la Comisión Balear de Medio Ambiente, en la cual se debatía la ampliación de un kiosko.

Para Més, la residencia de lujo estaba construida en los primeros 100 metros de costa, que siempre son públicos. Argumentaban que esta construcción “ilegal” provocó la “destrucción de del patrimonio etnológico de Tagomago”. Al final, la justicia archivó la denuncia, si bien ésta sirvió para reactivar la presentada en 2009 por los agentes medioambientales y por la que Kühn ha sido condenado.

Una compleja red: ¿quién explota Tagomago?

Kühn no es el propietario de Tagomago, ocupa el papel de gestor. Según aparece en la web del islote, la empresa encargada de su explotación es Isla Tagomago S.A., que está inscrita en el Registro Mercantil como una PYME. Kühn no aparece en dicha compañía, pero sí en otras relacionadas con Tagomago (como Kühn & Partner, fundada en 1987 por él mismo), en varias inmobiliarias y en una empresa del museo al aire libre Pueblo Español.

Isla Tagomago S.A, constituida en 1974, cuenta con el suizo Werner Patrick Pfenninger como administrador único. En 2013, las últimas cuentas a las que ha podido acceder eldiario.es, la empresa contabilizaba activos de 5,5 millones de euros y declaraba una baja facturación de algo más de un millón de euros y pérdidas de 176.936.

Joan Carles Parlem explica que Tagomago pertenece a una familia austríaca, relacionada con la nobleza centro europea. A principios de los 80, el propietario quiso construir una serie de chalets y, tras las quejas del GEN-GOB Evissa, tan solo pudo terminar una de las edificaciones. Tras la muerte del propietario en los 90, los herederos decidieron alquilarlo.

eldiario.es ha intentado ponerse en contacto con el grupo empresarial de Matthias Khün, pero no ha recibido respuesta. Tras llamar al teléfono disponible en la página oficial de Facebook de Tagomago, una persona identificada como trabajador del empresario alemán contestó que “había perdido” el teléfono de contacto para la prensa.