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El comercio de centros históricos reclama integrarse en las políticas turísticas

EFE

Valencia —

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Masificación turística, movilidad reducida, venta ilegal o dificultad para adaptarse a las nuevas tecnologías son algunos de los problemas a los que se enfrenta el comercio de los centros históricos, que reclaman a las administraciones mayores controles e integrar la actividad comercial en las políticas turísticas.

Así se ha puesto de manifiesto en el VIII Congreso internacional de los cascos históricos de España, que ha reunido en València a más de doscientos congresistas de todo el mundo para hablar de los usos y abusos de la ocupación de la vía pública, la turistificación ante la conservación del patrimonio y los retos de la movilidad, entre otros asuntos.

El presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia, Rafael Torres, ha explicado a EFE que hay que apostar por la “dinamización y sostenibilidad” de estos lugares “donde conviven residentes y turistas, comercios con idiosincrasia propia y patrimonio” y ha apuntado entre sus principales problemas la turistificación, la movilidad, la venta ilegal callejera o la reticencia a la digitalización.

Ha reconocido “que el turismo es necesario” pero ha lamentado que su saturación genere la expulsión de los vecinos y ha apostado por regular los apartamentos turísticos y perseguir actividades ilegales, además de apuntar que el asociacionismo debe “facilitar” que los comerciantes vean en la venta por internet “una forma de especializarse y dotarse de valor añadido”.

También ha defendido que el comercio ha de integrarse en la política turística y ha valorado que “por primera vez” se esté haciendo en València algo que en Barcelona “ya es una bomba y tiene mucho tirón”, a la par que ha sostenido que hay que “buscar un turismo más rentable para la ciudad sin necesidad de que se masifique”.

El presidente de la Confederación española de cascos históricos y a la vez de la asociación Compostela Monumental, José Manuel Bello Rey, ha reconocido a EFE que el comercio “está mudando” y “cerrando” con la aparición de las nuevas tecnologías y de grandes plataformas de compras y que muchos ven un problema en la masificación turística.

“Tenemos que valorar que si la gente viene es porque le estamos dando algo y los turistas ofrecen riqueza a restaurantes y hoteles y generan empleo, pero hay que buscar un equilibrio entre los visitantes y los residentes”, ha apuntado y ha asegurado que “no se puede llegar a lo que ha pasado en Venecia, que recibe a 32 millones de visitantes y han llegado a los tornos”.

Un representante de la Confederación argentina de la mediana empresa, Oscar Antonione, ha asegurado que la problemática “es común en todo el mundo”¨: grandes centros comerciales, venta ilegal en la calle y que el comercio tradicional no incorpora las herramientas para vender por internet.

Entre las claves para potenciarlo ha apuntado la necesidad de “integrar a los turistas con la actividad comercial” porque “una ciudad con impronta comercial y de servicios gastronómicos en torno al casco histórico, le dan vida” y ello depende de administraciones y empresas.

El gerente de la Federación abulense de empresarios de comercio, Javier Marfull, ha advertido a EFE que ciudades inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad se ven “fuertemente sometidas a la vitalidad” de los cascos históricos que le han dado la protección de la Unesco y se “están topando” con la problemática de las viviendas turísticas, “que nadan en la ausencia de regulación” local y autonómica y que generan despoblación en los centros, problemas de seguridad y servicios y perdida de ingresos por la falta de control fiscal.

Ha asegurado que el comercio de esos centros debe “hacer autocrítica, tener clara su seña de identidad, adecuarse a la distribución y ser proactivos” y para ello, ha apuntado que la Administración debe “incentivar las nuevas formas de comercio”, poner en valor los “comercios guapos” e “integrar al comercio en la política turística”, además de apostar por la sostenibilidad.