Iberdrola asciende al vicepresidente de CEOE en plena escalada contra las medidas anticrisis del Gobierno

Antonio M. Vélez

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Iberdrola ha ascendido recientemente a Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la patronal CEOE al que la multinacional fichó en 2018 como consejero de Scottish Power, su filial en Reino Unido.

El ascenso de este ex alto cargo de Mariano Rajoy, que no había trascendido hasta ahora, se ha producido en la antesala de una creciente tensión entre la patronal y el Gobierno español por las medidas adoptadas por el Ejecutivo en los últimos meses para intentar paliar la crisis generada por la guerra en Ucrania.

Según indica un documento en la web de Scottish Power fechado el 3 de octubre, Fernández de Mesa fue promocionado en esa subsidiaria británica en marzo, al pasar a presidir la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de esa filial británica. Iberdrola no precisa la fecha exacta del nombramiento. Este se produjo poco después del estallido de ese conflicto bélico que ha exacerbado la inflación en Europa.

El sueldo del directivo de CEOE en la eléctrica no es público. En el caso de los consejeros de la matriz, que tiene retribuciones muy superiores a las de sus filiales, presidir las comisiones consultivas implica cobrar un fijo de 440.000 euros anuales, frente a los 253.000 euros que reciben sus vocales, según el último informe de remuneraciones de Iberdrola. 

Un ejemplo es el de uno de los exministros del PP en el consejo de la eléctrica, Ángel Acebes, que ascendió a presidente de su comisión de nombramientos el 26 de marzo, lo que disparará su retribución este ejercicio. En 2021 esta fue de 323.000 euros.

Por esas fechas se produjo también el ascenso de Fernández de Mesa, que fue nombrado consejero externo de Scottish Power el 12 de diciembre de 2018, poco antes de la salida temporal de Acebes del consejo de Iberdrola, a la que el exministro de José María Aznar volvió a finales de 2020 tras ser absuelto en el caso Bankia.

El actual vicepresidente de CEOE ya formaba parte de esa comisión que ha pasado a presidir tras el nombramiento como vicepresidente de Scottish Power de Sir Jim McDonald, hasta entonces presidente de ese órgano. El año pasado esa comisión mantuvo cinco reuniones y está formada por personas con experiencia relevante en contabilidad, finanzas y/o gestión de riesgos.

Técnico comercial del Estado en excedencia, el presidente de la Comisión de Economía y Política Financiera de CEOE es también presidente en España del banco de inversión Rothschild, es Senior Advisor Internacional de Altamar, fondo que preside el financiero Claudio Aguirre, primo de Esperanza Aguirre, y presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el think tank de la patronal del que fue directivo el exministro Cristóbal Montoro antes de dar el salto a la política.

Fernández de Mesa fue hasta 2016 uno de los hombres confianza de Luis de Guindos. Primero como secretario general del Tesoro y Política Financiera y luego como secretario de Estado de Economía y número dos de su ministerio. 

Su ascenso en la filial de Iberdrola se ha producido en un momento de convulsión en los mercados energéticos, que ha puesto a las compañías de este sector en el foco de los gobiernos por los beneficios extraordinarios derivados de la subida exponencial del gas por la guerra en Ucrania.

Una escalada que en la última semana ha dado una abrupta tregua por el rápido llenado de los almacenamientos en Europa y la destrucción de demanda generada por los altos precios y las medidas de ahorro impuestas por la UE. Este lunes, la cotización al contado de ese combustible en el mercado holandés (TTF), que en agosto pulverizó todos los récords, llegó a ser negativa, como ocurrió con el petróleo en 2020 durante la gran reclusión.

Enrarecimiento

Los últimos meses han estado marcados por un progresivo enrarecimiento de las relaciones entre la patronal y el Gobierno que contrasta con el buen momento que vivieron hasta finales del año pasado, culminado con una reforma laboral muy criticada por el PP. En marzo, tras la dimisión de Pablo Casado como líder del PP y en vísperas del ascenso de Fernández de Mesa en Iberdrola, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamó a los agentes sociales “un gran pacto de rentas” que hoy parece lejano.

La expectativa de acuerdo saltó por los aires en mayo, tras romperse la negociación entre sindicatos y empresarios sobre la subida salarial para 2022. Y meses después, la escalada de la inflación se ha traducido en el mayor hundimiento de los salarios reales en 40 años, mientras las empresas superan los beneficios previos al COVID. Este lunes, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi (que se juega la reelección a finales de noviembre), lamentaba que el Gobierno ponga a las empresas “en la diana” como “culpables de todo”.

“Están señalando con el dedo a Ana Botín, a Nacho Galán [presidente de Iberdrola], a mí mismo... eso es peligroso. Me recuerda a otras economías de otros países cruzando el charco”, afirmó Garamendi en un acto en el que glosó la figura del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, un “tío que lo ha hecho muy bien” como presidente de Galicia. “Es muy serio, muy capaz, lo tengo que decir”, insistía.

También a finales de marzo los gobiernos de España y Portugal arrancaron en la UE un acuerdo político para sacar adelante la denominada excepción ibérica. Una medida muy criticada entonces por las eléctricas españolas, en especial Iberdrola, con una intensa campaña de lobby en Bruselas para tratar de neutralizarla, que el PP llegó luego a calificar de “timo” y contra la que Feijóo volvía a cargar la semana pasada.

CEOE nunca se posicionó abiertamente en contra del tope al gas, que una vez aprobado celebraron sus patronales industriales, muy golpeadas por los altos costes energéticos. En mayo sí mostró su escepticismo Gregorio Izquierdo, director general del IEE y también ex alto cargo con Mariano Rajoy. El que fuera presidente del INE hasta octubre de 2018 relativizó en mayo en declaraciones a OkDiario su efecto al afirmar que su impacto sería, como mucho, de un punto menos de inflación, “y eso a pesar que para este objetivo tan modesto el Gobierno está trastocando el marco regulatorio del mercado de la electricidad”.

Ahora la UE debate implantar un tope al gas a escala europea y la patronal europea Business Europe, de cuya Comisión de Asuntos Económicos y Financieros es vicepresidente Fernández de Mesa, se ha sumado al coro de voces que reclaman medidas “urgentes” para desacoplar los precios de la electricidad de los del gas.

El vicepresidente de CEOE también ha elevado en los últimos días el tono contra el Gobierno, negando que las empresas estén protegiendo sus márgenes subiendo precios en el actual contexto inflacionista, cargando contra las subidas de impuestos que ha anunciado el Ejecutivo, que el think tank que preside asegura que pueden ser inconstitucionales, o criticando la revalorización de las pensiones con el IPC (que será de alrededor del 8,5%). La propia Business Europe mandó el pasado verano una carta a varias autoridades comunitarias argumentando que los nuevos gravámenes a bancos y energéticas dañan la competitividad

Este lunes, el IEE presentó un informe para arremeter contra los Presupuestos Generales del Estado de 2023, que “siguen penalizando impositivamente a la empresa”, “presentan un marcado carácter cortoplacista” e “inflacionista”, con un gasto público “desmesurado” y una “sobreestimación” de ingresos. El IEE prevé que la economía española crezca un 1,2% en 2023, casi un punto por debajo de la estimación del Ejecutivo (2,1%).

Fernández de Mesa aseguró en la presentación del estudio que la transición energética “se va a retrasar” en España por el nuevo impuesto a las energéticas, porque desincentivará las inversiones, y reclamó un esquema “creíble” de reducción progresiva de la deuda pública a medio plazo para “ganar tiempo” y “credibilidad” ante los inversores. Respecto al nuevo impuesto a las rentas altas, aseguró que es “la clásica medida que disuade”, con “un impacto muy significativo desde el punto de vista de la atracción de talento”.