El Índice de Precios al Consumo (IPC) cerró noviembre en el 3%, una décima menos que en octubre, gracias a la bajada de la electricidad, que subió en el mismo mes del año pasado, y a pesar de que los precios de los alimentos, los carburantes y los paquetes turísticos presionaron esta referencia al alza.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística confirman la cifra adelantada hace dos semanas, con una leve moderación de la inflación en la última etapa del año, aunque se mantiene en niveles todavía elevados. Desde la vuelta de verano, el IPC se mantiene por encima del 3%.
La tasa subyacente, que se calcula sin tener en cuenta los precios más volátiles de la energía o los alimentos frescos, repuntó una décima hasta el 2,6%. Muchos economistas hablan de esta referencia como la inflación “núcleo” del tejido productivo y alcanzó su nivel más alto en once meses, por lo que las últimas subidas de los costes de alimentos y la energía ya se están trasladando a la economía en general.
En el caso de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, sus precios se aceleraron en noviembre al 2,8%, cuatro décimas más que en la referencia de octubre. En este caso los protagonistas fueron los huevos, que se encarecieron un 30,2% en relación con el mismo mes del año pasado, casi ocho puntos más que en octubre (22,5%). La bajada de los precios de la carne del cerdo como consecuencia de la peste porcina aún no se ha registrado, pero probablemente tendrá influencia en el dato del mes de diciembre.
El dato del IPC de noviembre es clave, ya que con la media del IPC entre diciembre y noviembre se calcula la tasa con la que se revalorizarán las pensiones en el siguiente ejercicio. En 2026 será un 2,7%.
En términos mensuales (noviembre sobre octubre), los precios avanzaron un 0,2%, empujados por el encarecimiento de la categoría de Vestido y calzado, debido a la entrada en las tiendas de la nueva ropa de la temporada de invierno. Influyeron, además, los carburantes y la subida de algunos alimentos básicos como la carne, la leche, el queso y, por supuesto, los huevos.
Por comunidades autónomas, ocho registraron una inflación superior a la tasa media del conjunto del Estado: Madrid (3,7%), Ceuta (3,5%), Comunitat Valenciana (3,4%), Baleares (3,2%), Extremadura (3,2%), País Vasco (3,2%), Aragón (3,1%) y Castilla y León (3,1%).
Por debajo de la media nacional se situaron Andalucía (2,9%), Galicia (2,8%), Melilla (2,8%), Castilla-La Mancha (2,7%), Cataluña (2,6%), Murcia (2,5%), La Rioja (2,4%) y Canarias (2,3%).
El IPC Armonizado, que es el que se utiliza para comparar la cesta de la compra española con la del resto de Europa, se mantuvo en el 3,2%, la misma tasa de octubre. En la media la eurozona esta fue del 2,2%, por lo que la brecha de inflación se mantiene en un punto, en detrimento de nuestro país.