¿Esa grieta en el aparcamiento de mi calle es por el terremoto? ¿De verdad hubo una explosión? En la medianoche, Vitoria ha sufrido un terremoto de magnitud 4 en la escala de Richter, un dato sin precedentes en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa pero bastante común en Navarra. En principio, es el fenómeno de este tipo más alto registrado nunca en la zona, aunque la vecina Navarra acredita una actividad sísmica mucho mayor. Tras ello, los comentarios y las informaciones no siempre atinadas han volado por WhatsApp y redes sociales. Después del “bombazo” y de los automatismos de las máquinas, toca dejar espacio al ser humano y a los expertos. El geólogo Antonio Aretxabala (Vigo, 1963), posiblemente el mayor conocedor de la actividad sísmica del entorno, ha compartido con elDiario.es/Euskadi apenas unas horas después del suceso sus impresiones. Sus conclusiones son dos. Una, la potencia del fenómeno ha sido alta, equivalente a la bomba atómica de Hiroshima, pero con una aceleración ocho veces menores que la del terremoto altamente destructivo de Lorca en 2011, 5% por 41%. Y, dos, “se va a hablar mucho de este terremoto” porque no hay precedentes en la zona y tocará buscarle explicaciones para conocer si puede repetirse.
1 - La escala
El terremoto ha recibido la catalogación inicial de 4 en la escala de Richter. Eso sí, avisa Aretxabala que esto está sujeto a revisión. Primero operan “las máquinas” y ahora entran en juego “los humanos”. “En cualquier momento puede cambiar. O lo suben o lo bajan”, expone. El organismo competente es el Instituto Geográfico Nacional, que tiene una rama especializada en Sismología. Hay medidores en toda la península -y desde luego en las islas- y el Gobierno vasco también realiza análisis de datos. Se trata de una catalogación que no es lineal. Un terremoto de nivel 4 es “32 veces mayor” que uno del 3. Si fuera del 5, es “mil veces mayor” que esa base del 3. “Es una escala logarítimica”, insiste Aretxabala.
2 - Los precedentes
A falta del dato oficial, y dando por bueno el cálculo inicial, Aretxabala agrega que, en la zona, no constan incidentes de esa naturaleza “desde que hay registros”. El epicentro ha sido en Iruña de Oca, a escasos kilómetros al oeste de Vitoria. Cita como datos anteriores un 3,8 en Agurain -al este de la capital- o un 3,5 en Zestoa hace casi medio siglo. Eso sí, la zona prepirenaica de Navarra es muy activa. Recuerda el 4,6 de hace solamente un lustro en Pamplona, con réplicas de 4,4 y 4,2 en espacios de dos horas que aquí no se han producido. Se superó el 5 en 1998 también. Según sus cálculos, en Navarra hay un “potencial” de llegar a 6 en algún momento. Puedes leer aquí más sobre ello. ¿Y qué representa un 4? “Es una potencia similar a la bomba de Hiroshima”, menciona citando el ataque de Estados Unidos a Japón del que ahora se cumplen precisamente 80 años.
3 - ¿Dónde se ha sentido?
Aretxabala indica que la onda se ha notado, desde luego, en Vitoria e Iruña de Oca, pero también “en todas las provincias de alrededor”, llegando a “Burgos y Donostia” pero también a La Rioja, Bizkaia o Navarra. Por el contrario, llama la atención de que la Llanada Alavesa es a la vez una “sombra” sísmica. Los terremotos en Navarra o en la sierra riojana de Cameros se aprecian en Donostia con alta intensidad pero no en esta comarca de “roca consolidada dura”, indica.
4 - La subjetividad
Aretxabala indica que todo fenómeno de este tipo tiene mucho de “subjetividad”. Un seísmo es “como una piedra en un estanque”. Cuanto más se expande, menos potencia tiene. Con ello, pretende explicar que un terremoto de nivel 6 en las Bardenas reales, zona desértica del sur de Navarra, generaría menos comentarios que este de 4 en una capital de 250.000 habitantes y su zona de influencia, porque se sentiría menos en áreas muy habitadas. Además, como factor añadido para que haya tenido tanto impacto social, indica que esta vez ha sido por la noche. “Si hubiese sido en día laborable por la mañana, la mitad ni se da cuenta”, garantiza. “Aquí la gente ha sentido como un bombazo. Es lo normal. Yo vivo en Pamplona y a menudo es así”, afirma citando los testimonios que han ido surgiendo de la experiencia. El Instituto Geográfico Nacional recoge ahora reportes para elaborar un “mapa de intensidad” y presentar un informe completo del fenómeno. Cualquiera puede ofrecer datos a las autoridades en este cuestionario.
5 - ¿Sus efectos son dañinos?
En España se ha importado un nuevo indicador para medir el alcance de los terremotos, como en Estados Unidos. Es la “aceleración del terreno”, expone el experto. En este caso ha sido de 0,05, es decir, “el 5% de la aceleración de la gravedad”. El duro terremoto de Lorca en 2011 llegó al 41%, con todo lo que ello comportó de destrucción masiva. Y es que esto es un movimiento “horizontal”, que afecta a pilares de infraestructuras y edificaciones. El movimiento vertical de la tierra daña especialmente las vigas. Las autoridades han insistido en que este suceso no ha dejado ni daños materiales ni daños humanos.
6 - En la superficie
El dato inicial es que ha sido un terremoto superficial. O casi. Aretxabala matiza que eso tiene margen de error, es decir, que puede haber sido incluso a 1 kilómetro de profundidad. En todo caso, no varía sustancialmente su actividad. Y es que este dato no es un matiz menor. “Si se hubiese producido a 30 kilómetros de profundidad, el radio de alcance sería mucho menor”, recuerda. “Incluso con menos potencia, por ejemplo a 3,5, un terremoto a cero [de profundidad] tiene una expansión tremenda”, agrega.
7 - ¿Es una zona sísmica?
Aretxabala sostiene que “se va a hablar mucho de este terremoto”. ¿Por qué? Porque, además de ser el más alto medido en la región geográfica, “no se tenía cartografiada ninguna falla” allí. Físicamente, ha tenido que producirse el “desgarro o movimiento” de una falla, como poco 1 kilómetro de corteza que se mueve. “Sí, se va a hablar mucho de este terremoto. Es una zona sin precedentes y ha superado con creces la sismicidad histórica”, concluye.