La cultura vasca busca la regeneración del sector para salvar la diversidad

Los agentes culturales de Euskadi reclaman que “se reconozca la cultura como parte de la industria” ya que es un sector que cuenta con “más dificultades que otros” para acceder a las ayudas. Con el objetivo de elaborar un plan de “medidas urgentes” que apueste por el mantenimiento y regeneración del sistema cultural vasco y su diversidad, la iniciativa ‘Geuk, Guk Geure Kulturaz’, impulsada por varias asociaciones y entidades, ha convocado el próximo 12 de junio en Durango una jornada que recogerá las propuestas de “todos los que quieran participar” y donde se intentará elaborar un plan que “a corto plazo” busca influir en los presupuestos de 2015 para frenar el deterioro del sector.

El pasado mes de febrero ya se convocó una primera jornada en la que más de 150 representantes de la cultura vasca se reunieron para analizar la “difícil” situación por la que atraviesa el sector, no solo en el ámbito económico, sino en “la organización del propio sector y su articulación, el peligro de la escasa diversidad de creación cultural y la inexistencia de una regulación en torno a este sistema”, entre otras cuestiones. En esta segunda jornada, los promotores hacen un llamamiento para que se adhiera “todo aquél que esté interesado” en proponer soluciones o medidas que contribuyan a mejorar el ámbito cultural vasco. “El que venga el día 12 vendrá porque quiera, porque nosotros no dejamos de invitar a nadie”, ha dicho Ixiar García, de Karraskan, encargada de organizar la metodología de trabajo que para esta segunda sesión se centrará en la proposición de actividades, a través de unas fichas que se pueden descargar de la propia web de ‘Geuk’ y que deben ser remitidas “a ser posible” antes del 6 de junio a la dirección: geukguneirekia@gmail.com.

Para ese día han desarrollado una metodología de trabajo “colectivo” en la que primeramente expondrán las acciones propuestas a través de todas las fichas recogidas y que después, en grupos y por temáticas analizarán todos los participantes, con la intención de establecer un plan “detallado con retos y acciones concretas” que se presentará ante el Gobierno vasco, Diputaciones y Ayuntamientos para que “lo valoren y respalden”, han señalado en rueda de prensa.

La globalización pone en jaque a la cultura

No ajenos a la situación económica general, los promotores de la iniciativa han defendido el papel de la cultura en la sociedad porque “es parte de su identidad y de su manera de ver las cosas”. En este sentido, Mikel Toral, de Kultura Abierta, ha denunciado el retroceso del sector y a título personal ha recriminado que “si seguimos en este proceso”, la pérdida de diversidad cultural va a ser “catastrófica”. Es decir, “vamos a acabar viendo las mismas películas, leyendo las mismas novelas y viendo el mismo teatro porque la globalización ha influido también en la cultura”, ha señalado. Para no cavar la tumba a la diversidad, Toral apuesta por una estructuración de todos los miembros del sector, “dejando de lado diferencias para abordar la cultura desde un punto de vista sectorial”.

El miembro de Kultura Abierta reclamaba a su vez “representatividad” y una “ley general que regule la cultura”. “Es la primera vez que se trabaja en este país de una manera transversal entre los diferentes agentes del sector. Tenemos que hablar de derechos culturales y regulación porque hay una ley de educación, de medio ambiente y de todo lo que se nos pueda ocurrir, pero no hay una ley general de cultura, que ponga la línea roja que no se debe traspasar”, aseguraba. Asimismo recriminaba el valor que se otorga a otros sectores en detrimento de la cultura como, por ejemplo, a la industria del turismo, que “en buena parte, quitando sol y playa, también depende de la cultura”. “No somos diferentes a la siderurgia, la pesa, la agricultura o el comercio… Somos igual de importantes, pues actuemos en consecuencia”, defendía. Respecto a las inversiones públicas, Toral argumentaba que “para arreglar los problemas del sector cultural e intentar echar un cable para que esto funcione se necesita muy poco dinero”. “Con la décima parte de lo que se ha tirado en Fagor, se regeneraría el sistema cultural vasco”, sostiene.