El curso escolar que ha arrancado este lunes en Euskadi quiere ser el de la puesta en marcha del pacto contra la segregación, una mesa en la que diferentes agentes del sector intentarán consensuar las líneas básicas para zanjar el problema de las brechas entre el alumnado a modo de los pactos que el Gobierno de Imanol Pradales ha puesto en ya marcha en otros sectores como el de la Sanidad o de la Seguridad. Como en esos otros dos pactos, el punto de partida no es el del consenso entre las partes. La primera reunión que he tenido lugar este lunes se ha celebrado sin el sindicato Steilas y sin ELA, que han decidido no asistir a la mesa, y con las reservas sobre la utilidad de la mesa del resto de las centrales que se han sentado, LAB, UGT, CCOO e Interinok.
Junto a ellos, participan las patronales de la red concertada Kristau Eskola, Ikasgiltza, AICE, EIBE, Elizbarrutia e Ikastolen Elkartea, que en Euskadi aglutina al 50% del alumnado, el máximo de España. También asociaciones de familias y alumnado como EHIGE, Fapacne y Apnabi, organismos especializados en inclusión y derechos educativos como UNICEF, Save the Children, Plena Inclusión o Eusko Ikaskuntza, y las principales universidades vascas (EHU, Deusto, Mondragon Unibertsitatea y BAM). Además, los partidos políticos PNV, PSE-EE, EH Bildu y PP, la Dirección de Centros y Planificación, la Dirección de Coordinación con las Familias y la Comunidad Educativa, las viceconsejerías de Políticas Educativas, Administración y Servicios, y Juventud y Reto Demográfico, además de Eudel, Biltzen, el Consejo Escolar de Euskadi, la Inspección de Educación y el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI). En total, unos 50 agentes, que tendrán hasta junio -un curso escolar- para poner en marcha medidas que tengan “impacto real en la equidad y la eficacia del sistema educativo”.
El reto es importante. El propio lehendakari Pradales, que ha presidido la primera de las reuniones, ha recordado que durante el curso 2020-2021, se incorporaron 2.500 alumnos y alumnas con el curso ya iniciado, mientras que en 2024 la cifra de la matrícula viva ascendió a 8.000. La mayoría de estos alumnos, proceden de otros países, “con trayectorias educativas interrumpidas, sin saber euskera ni, en algunos casos, castellano, y con necesidades específicas de apoyo”, ha señalado. A esto se añade que el sistema educativo vasco afronta un escenario marcado por “profundos cambios demográficos y sociales”, lo que ha llevado a que en los últimos dos cursos, se han registrado 13.000 matrículas menos en las etapas iniciales como consecuencia del descenso de la natalidad. Es decir, un escenario de profundos cambios ante los que “no bastan parches”, ha señalado el lehendakari. “Hay que adaptar la escuela a la nueva realidad social” ha dicho. Ahora es cuando debemos sentar las bases para garantizar, no sólo a corto plazo, sino también en el futuro, una educación de calidad para todo el alumnado“, ha insistido.
La primera reunión de este pacto contra la segregación se ha llevado a cabo en IES Etxebarri BHI, que ha sido el centro elegido también para inagurar de forma oficial el curso escolar por el lehendakari acompañado de la consejera de Educación, Begoña Pedrosa. Una inauguración que se ha desarrollado con los gritos de fondo de militantes del sindicato Steilas, que se han concentrado frente al centro exigiendo que se impulse un “proceso firme de publificación para consolidar un sistema educativo público”.
En el encuentro de foro se ha presentado al resto de agentes participantes un diagnóstico inicial de la segregación escolar en Euskadi “como base de trabajo del pacto”. Este documento es el que se someterá a debate con el objetivo de disponer de “un análisis compartido que oriente la definición de los principios y medidas a lo largo del curso”. El diagnóstico inicial, sustentado en datos de admisión escolar, estadísticas del ISEI-IVEI --Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa-- y Eustat en relación con la segregación escolar, recoge “los principales retos” del sistema educativo para los próximos años. Destaca, entre otros aspectos, la “concentración desigual de alumnado vulnerable en determinados centros”, condicionada por factores socioeconómicos, lingüísticos, de origen migrante y de necesidades específicas de apoyo educativo. Sobre esta base, el diagnóstico concluye que “resulta imprescindible un cambio de enfoque que permita reducir la segregación escolar, reforzar la calidad y garantizar que todo el alumnado, especialmente el más vulnerable, tenga acceso a las mismas oportunidades de progreso”. A partir de este punto de partida, el pacto busca abordar la segregación en Euskadi “con una visión global y compartida”; garantizar proyectos de calidad “inclusivos y sostenibles a nivel de sistema”; definir “qué debe caracterizar a un centro eficaz capaz de impulsar el progreso de todo su alumnado”; y desarrollar la normativa principal “que sustente la programación y planificación educativa de futuro”.
El desarrollo del pacto, que se denomina Eskola Bikaina Denontzat, se articulará en tres fases a lo largo del curso: una primera la validación del diagnóstico inicial, la posterior definición de misión, visión y principios compartidos, y una tercera, de definición de ámbitos de actuación y medidas concretas. Cada fase incluirá sesiones de debate y contraste, “garantizando un proceso participativo orientado a consensuar propuestas con impacto real en la equidad y la eficacia del sistema educativo”.
“Tenemos que garantizar una escuela que una en la diversidad en lugar de separar, que asegure no solo la igualdad de oportunidades, sino también los mejores resultados; una escuela que vele por el bienestar emocional y haga del euskera un elemento de cohesión, acogida e identidad comunitaria. El reto es tan complejo como ilusionante”, ha defendido Imanol Pradales, que ha insistido en que es el momento de “de desarrollar una hoja de ruta que consolide un sistema educativo de excelencia del que sigamos sintiéndonos orgullosos”.
Tras la primera reunión del Pacto, la consejera Pedrosa ha calificado el encuentro de “muy positivo” y ha defendido que “es momento de crear y construir un sistema que reduzca las brechas y eleve el nivel global, mejore resultados y en el que todo el alumnado pueda tener ese ascensor social”, yha consideradoo que la ausencia de ELA y Steilas en la mesa supone “una oportunidad perdida” y ha advertido de que “para cambiar, hay que estar”.
Sin embargo, Steilas ha advertido de que las políticas educativas van “en la dirección contraria” a la necesaria para hacer frente a la segregación y, por ello, ha decidido no participar en la mesa puesta en marcha por el Gobierno vasco. Por su parte, ha reclamado “un proceso de publificación real”. Han denunciado que Euskadi tiene “uno de los índices más altos de segregación escolar”, por lo que han considerado que “queda demostrado que la segregación y la dicotomía público-privada están muy unidas”. En este sentido, han subrayado que “la competitividad que ha generado la red privada en el sistema educativo ha pisoteado los criterios pedagógicos, la cohesión social y la igualdad de oportunidades”.
ELA ha llamado al resto de sindicatos a acordar y compartir los cambios necesarios para hacer frente al problema de la segregación, tras no participar en la mesa. ELA cree que, salvo que se adopten otro tipo de medidas, la Ley de Educación y el acuerdo de fin de huelga de primavera son “un obstáculo para hacer frente a esta problemática” de la segregación y ha denunciado que cuando el Gobierno vasco ha organizado este tipo de foros de debate, al igual que ha ocurrido en el Pacto de Salud, “las metodologías de debate se imponen, así como los participantes, tanto individuales como de otro tipo”. “Todo para ratificar los acuerdos a medida del gobierno y dar una imagen de participación democrática” ha señalado el sindicato.
Por su parte, CCOO, pese a que ha asistido al primer encuentro, ha denunciado “el uso propagandístico” por parte del Departamento de Educación del Gobierno vasco de esta reunión y ha dicho temer que “se deje fuera la raíz del problema: la falta de una apuesta clara y decidida por la escuela pública vasca”. Por ello, ha advertido de que su continuidad en este foro dependerá del “contenido real” de las propuestas. El sindicato ha advertido de que la nueva Ley educativa vasca, así como los decretos de matriculación y conciertos, “no solo no han reducido la segregación, sino que la han reforzado, consolidando un sistema dual que separa a la escuela pública, donde se concentra el alumnado más vulnerable, de la privada concertada”.
De igual forma, LAB también ha advertido que analizarán si siguen o no participando en los encuentros y han señalado que se necesita “un pacto social para hacer frente a la segregación”, “no un foro para sacar una foto” como, a su entender, supone la mesa, que nace, dicen, sin “voluntad real de consenso”. Tras el encuentro ha considerado que el Gobierno vasco ha presentado “una metodología difusa e indeterminada”, que, en su opinión, es “la misma que ha utilizado en la Mesa de Salud”. “Es decir, que va variando a su antojo en función de sus intereses”, ha añadido. El sindicato ha pedido “concreciones” y ha preguntado “quién y cómo se tomarán las decisiones, ya que combatir la segregación no es una cuestión de voluntades, sino de decisiones políticas”. Además, ha exigido a la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, “que cumpla lo acordado y aborde las cuestiones pendientes de negociación” y que adopte medidas contra la segregación consensuadas con los representantes de los trabajadores.
El curso ha arrancado oficialmente este lunes para 339.586 alumnos en Euskadi, que, pese al descenso de la natalidad, han triplicado la matrícula viva en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 8.000 estudiantes en el curso pasado. Además, la Formación Profesional continúa con cifras al alza hasta los 49.555 estudiantes. El primer día de clase se ha sucedido sin los problemas de transporte con los que ha arrancado el curso otros años. Pese al acuerdo generalizado con las empresas de transporte para cubrir las rutas, sí se han producido problemas puntuales en la ikastola pública de Durana, en Álava, aunque Educación asegura ya se ha solventado el problema.
Este nuevo curso será en el que tengan que implantarse las medidas acordadas con los sindicatos de la pública el pasado mes de mayo como incrementos retributivos para equipos directivos y profesorado, reducción de horas lectivas para el profesorado en Educación Infantil y Primaria, el refuerzo de los programas lingüísticos, incremento de profesorado consultor, orientador y de refuerzo lingüístico, así como la puesta en marcha de una nueva figura: los mentores lingüísticos en determinados centros de alta complejidad.
El escenario elegido para la inauguración del curso ha sido este año el nuevo IES Etxebarri BHI, que acoge este curso a 531 alumnos y 73 docentes en unas instalaciones modernas en las que se han invertido 10,7 millones de euros y que incluyen nuevos espacios como talleres, laboratorios y biblioteca, así como una instalación de energía solar que permite que el edificio tenga un consumo energético casi nulo. Este proyecto se enmarca en la estrategia Hezkuntza Eraiki 2030, que cuenta con un presupuesto total de 750 millones de euros para transformar las infraestructuras educativas de Euskadi “en espacios acogedores, participativos y adecuados a las nuevas necesidades del alumnado”.
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