Asuntos Internos y la comisión de control de la Policía vasca investigan ya la denuncia de un varón que señala que, como consecuencia de un “pelotazo”, en posible referencia a un proyectil de 'foam', acabó con la mandíbula rota y con la pérdida de un diente y el desplazamiento de otros. Esta persona participaba en una contramanifestación en Vitoria el pasado domingo 12 de octubre tras la visita del que fuera partido único de la dictadura, Falange Española y de las JONS. El Departamento de Seguridad insiste en que activa el protocolo por informaciones aparecidas en medios de comunicación -'Gara' se ha hecho eco de ello- y no porque tenga constancia de denuncia formal alguna, ni en comisaría ni en un juzgado.
En el documento que da inicio a esta doble investigación, según las fuentes consultadas, el consejero Bingen Zupiria explica que hubo una manifestación “comunicada” por los falangistas y que la “contramanifestación” degeneró en lanzamiento de todo tipo de objetos y “graves enfrentamientos físicos” entre ambos grupos. Ello obligó a intervenir a la Ertzaintza y se admite que se empleó “material antidisturbios”. La dotación ordinaria actual, además de las porras, son lanzadores de 'foam', SIR o SIR X en función de su dureza. La denuncia plantea que el “pelotazo” fue producto de un disparo a cortísima distancia y por encima de la cintura, dos aspectos prohibidos en los protocolos.
Los hechos se analizarán en dos vías. Asuntos Internos es la 'Policía de la Policía', la unidad que analiza conductas de los propios agentes y plantea medidas disciplinarias. La comisión de control, por el contrario, es un organismo externo de relativamente reciente creación que opera bien de oficio o bien a instancia de parte cuando actuaciones policiales, bien de la Ertzaintza o bien de los cuerpos locales, han dejado fallecidos, heridos o dudas sobre su proporcionalidad. Está presidido por el exmagistrado Juan Luis Ibarra. En este caso, plantea recomendaciones.
La controversia por la visita de la Falange continúa muy viva cuatro días después. Se cuestiona desde oposición y sindicatos el papel de la Ertzaintza, que no impidió el cuerpo a cuerpo entre ambos grupos. La jornada se saldó con 19 detenidos, todos ellos de grupos antifascistas que el Gobierno ha calificado como “fascistas vascos” y que la Policía sitúa en la órbita de GKS. De hecho, se ha añadido que ha habido un rebrote de “violencia urbana” perfectamente “organizada”. Eso sí, 'a posteriori' se ha expedientado también al partido ultra por exhibir simbología franquista y por portar palos y otros objetos contundentes.
“Subcampeones” de la Guerra Civil
Se da la circunstancia de que Manuel Andrino, dirigente falangista y que aparentemente tuvo comunicaciones con la Ertzaintza para organizar la visita, se ha jactado públicamente de que su “servicio de orden”, del que no da detalles, propinó una “paliza” a los contramanifestantes cuando éstos burlaron el cordón policial y buscaron el cuerpo a cuerpo. “Huyen despavoridos y van casi a refugiarse en la Ertzaintza, a ver si les salvaban de la paliza que les estaban dando los falangistas”, ha contado, felicitándose de no haber tenido ningún arrestado.
Y ha añadido en una referencia clara a la Guerra Civil: “Ya salieron escaldados hace ochenta y tantos años. Quedaron subcampeones en aquel partido. Que sepan que los falangistas y otros patriotas vamos a seguir yendo a Vascongadas a defender la españolidad más rotunda de aquella querida tierra y región española”. Andrino recordó que Vitoria fue la primera ciudad conquistada por los franquistas tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
Otro dirigente falangista, Norberto Pico, ha llamado “golfo” al portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi. En una rueda de prensa, ha señalado que “fachas, fanquistas y falangistas no son bienvenidos en Euskadi”. Su colega en el Euzkadi Buru Batzar Javier Ollo ha denunciado recientemente amenazas de este partido. Ollo es parlamentario navarro y alcalde de Alsasua.