Las Fuerzas Armadas han completado su primera 'misión' en las calles de Euskadi en el marco del estado de alarma decretado en España a causa del coronavirus. Entre este domingo y este miércoles han desinfectado el aeropuerto de Loiu y las estaciones de Adif de Bilbao (Abando-Indalecio Prieto), Donostia (Norte) y Vitoria (Eduardo Dato). Fuentes del Gobierno central indican que no hay prevista ninguna otra operación militar aunque -remarcan- todas las unidades están al servicio del Ministerio de Defensa y se pueden movilizar en cualquier parte del territorio. “Mila esker zuen lanarengatik”, les ha agradecido en euskara el delegado del Ejecutivo, Denis Itxaso.
Los convoyes militares en las ciudades vascas han dejado estampas muy poco habituales en los últimos años y su presencia no ha estado exenta de polémica política. En un primer momento, una dotación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegó a la base vitoriana de Araka para estudiar la posibilidad de instalar un hospital de campaña que desahogase a Txagorritxu. Pero el Gobierno vasco, por boca del propio lehendakari, Iñigo Urkullu, consideró que no era “necesario” porque la Sanidad vasca dispone de medios propios suficientes para ampliar su oferta hospitalaria.
Días después, los efectivos de las Fuerzas Armadas se han limitado a desinfectar infraestructuras de titularidad estatal, y no todas. El alcalde de Vitoria, por ejemplo, consideró “positiva” la colaboración militar y Urkullu, en su última comparecencia, pareció dar por bueno que Defensa movilizase al Ejército para trabajar en sus instalaciones mientras que en dependencias autonómicas esa limpieza correría a cargo de las instituciones vascas. De hecho, la Ertzaintza ha montado también un equipo con personal de la unidad de Explosivos. Asimismo, las instituciones locales están reforzando los equipos de limpieza viaria para que desinfecten los espacios públicos.
En el caso de la última parada de su ruta de limpieza, el Ejército ha desplegado en la estación de Adif de Vitoria ocho Santanas y un camión militar del regimiento de infantería Garellano 45, apodados “los bizarros”. Ninguna de las desinfecciones de las últimas jornadas la ha realizado la Unidad Militar de Emergencias. Las Fuerzas Armadas han tenido el apoyo de dos dotaciones de la Ertzaintza en el exterior de la terminal. A muy pocos metros de allí -y sin la expectativa levantada por los militares- un operario municipal hacía él solo exactamente la misma labor en un parque.
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