El PP pide la retirada de la reforma estatutaria de PNV y EH Bildu por quebrar la unidad de España

El PP ha solicitado “formalmente” la “retirada” de la propuesta de bases para la superación del Estatuto de 1979 aprobada por el Parlamento Vasco y promovida, en todos sus apartados excepto en el de derechos y deberes, exclusivamente por PNV y EH Bildu. En un contundente voto particular de 23 páginas presentado este lunes en la Cámara, el líder de los 'populares'' vascos, Alfonso Alonso, ha asegurado que el acuerdo supone la “liquidación” del marco autonómico y de la unidad de España y “su sustitución por un imposible jurídico”.

“Son bases para el conflicto, no para la reforma”, ha enfatizado Alonso, que ha asegurado que el texto es “ilegal” y que “divide a la sociedad”. El PP critica que el proceso se iniciara como una reforma del Estatuto desde el máximo consenso y dentro de la legalidad y que el PNV haya “adoptado la posición más radical” de EH Bildu para dar cauce a otra cosa muy distinta. En ese sentido, el domingo la secretaria general 'popular', Amaya Fernández, pidió también al PSE-EE que repiense sus acuerdos de coalición en Euskadi con los 'jeltzales'.

Según el voto particular del PP, la propuesta salida de la Cámara -y que ahora deberá ser articulada por un grupo de expertos juristas, uno por partido político- se basa en la ficción de que el pueblo vasco es un sujeto político titular de soberanía cuando la unidad de España “no es susceptible de ser parcelada o troceada”. “No importa que se propugne la asociación [con España, tras el ejercicio del derecho de autodeterminación], el planteamiento soberanista en sí mismo introduce una quiebra”, entiende la formación conservadora.

Según el PP, el hecho diferencial vasco no constituye en modo alguno una fuente de derechos, entre otras cosas porque no es algo “exclusivo” del País Vasco. “De la misma manera que las singularidades existentes en Gipuzkoa respecto a Álava o Bizkaia no justificarían la segregación o separación de un territorio respecto a otro, resulta absurdo separarse de, por ejemplo, Cantabria. La singularidad o particularidades no deben servir para dividir, sino para sumar y enriquecer”.

El PP se refiere también a las nuevas relaciones que se plantean con Navarra. Asegura que ni existe ni ha existido “nunca” una “realidad nacional” vasca en la que Navarra estuviese integrada. Si Navarra fuese parte del nuevo sujeto político soberano, opina el PP, sería porque sus ciudadanos optan por “diluir su personalidad jurídico política y alterar el rumbo de su historia, pero no porque haya sido siempre así”.

Según Alonso, acometer esta reforma sería abrir un “conflicto” político y social al modo de Cataluña. El PP, de nuevo, ha alertado de las consecuencias económicas que provocaría la ausencia de “estabilidad”. A su juicio, el PP ejercerá de “garantía” para que no se ponga en riesgo la unidad de España y ha recordado que existen nuevas fórmulas para evitar situaciones como la abierta por el recurso 'a posteriori' que anuló parte del Estatut catalán. En todo caso, Alonso ha insistido en la idea de que el nuevo Gobierno de España del PSOE es “débil” y que el nacionalismo vasco habrá hechos sus “cálculos” para iniciar este proceso en el nuevo contexto.

Del 'no' de 1979 al 'sí' de 2018

“Desde el PP reivindicamos la vigencia del Estatuto de Gernika, no sólo por su capacidad para recoger todo aquello que nos une, sino por el respaldo que suscita entre los propios ciudadanos vascos”, afirma el PP sobre el actual marco autonómico. Se apoya en el más reciente Euskobarómetro, que muestra que más del 80% se halla satisfecho con él. Este 'sí' sin fisuras al Estatuto supone una enmienda de totalidad a la posición que mantuvo la Alianza Popular de Manuel Fraga en el referéndum del 25 de octubre de 1979 en el que se sometió a consulta popular el texto, el único que sobrevive tal cual de aquella primera fase de descentralización de España. “Como vasco, como español, vota No” fue el lema de AP en aquella campaña. Los motivos los explicaron en 'El Diario Vasco' del 5 de octubre de aquel año: “El Estatuto vulnera la Constitución, tiende a acelerar el proceso disgregador del Estado, no se adecua con el necesario rigor histórico a la substantividad de cada uno de los territorios forales y tiende hacia la unitarización y uniformización de los mismos, no resalta con el necesario respeto y acatamiento la realidad de una patria y nación común: España”.