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Los sindicatos radicalizan sus protestas y anuncian tres huelgas generales

Los sindicatos STEILAS, ELA y LAB han anunciado tres nuevas huelgas generales en la enseñanza pública vasca, dos de ellas en marzo y otra en junio. El objetivo de las protestas es reivindicar mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores y mayores inversiones en la red. Además, han convocado cuatro semanas de paros a partir de abril por sectores: de profesores, personal de educación especial, empleados de limpieza y cocina y haurreskolak. Con estas convocatorias se reafirman en que la última oferta que les ha trasladado el Departamento de Educación se encuentra aún “muy lejos” de sus reclamaciones. Los paros se acumularían en el último trimestre del curso escolar, con las consecuencias académicas, organizativas y sociales que eso puede provocar.

En lo que va de curso, ya se han registrado cinco paros. Entre otras reivindicaciones, los sindicatos reclaman incrementos salariales, dedicar mayores medios a la red pública e infraestructuras dignas, reducir la temporalidad de las plantillas, rebajar un 10% el número de alumnos por clase, incrementar la plantilla en 2.000 docentes, cubrir las sustituciones de las bajas desde el primer día, sacar la ley estatal, Lomce, y el currículum vasco Heziberri de las aulas o implantar un modelo de inmersión lingüística en euskera.

Frente a este desafío, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha tachado de “inadmisible” que los sindicatos “pretendan tomar como rehenes a miles de familias”. Con esta actitud, “estas tres centrales demuestran una nula voluntad de negociación para alcanzar acuerdos”. En este sentido, las jornadas de huelga coinciden con un periodo “muy crítico” como es el de la prematriculación.

La convocatoria de estas movilizaciones ha pillado por sorpresa a la consejera, que ha insistido en mantener la reunión de la mesa sectorial. “Es necesario

blindar a los centros educativos de la conflictividad laboral y de las reivindicaciones sindicales. La confrontación se tiene que limitar a las mesas de negociación“.