GOe, la segunda sede del Basque Culinary en Donostia, no tiene todas las licencias un mes después de inaugurarse

El GOe, la segunda sede del Basque Culinary Center en Donostia, no dispone todavía de las licencias municipales de actividad y primera utilización, un mes después de que se inaugurara oficialmente el pasado 20 de octubre. La concejal de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra, Nekane Arzallus, que precisamente era la máxima autoridad en la apertura en el interregno entre Eneko Goia y Jon Insausti, confirmó en comisión a preguntas del grupo municipal de EH Bildu que dichas licencias están a la espera de que se subsanen algunas deficiencias. Sin embargo, el edificio se inauguró hace un mes con visita de autoridades y ciudadanos incluidas; y empezó a publicitar actividades abiertas a la ciudadanía.

Fuentes del GOe no han confirmado si se está realizando en estos momentos talleres dentro del edificio, pese a no contar con licencias, aunque a tenor de la agenda de su página web todo indica que sí. De hecho, para este jueves día 20 a las 17.30 hay programada una conferencia sobre nutrición y envejecimiento saludable, el día 24 un encuentro con jóvenes productores de sidra y yogur, y el 17 del próximo mes un taller sobre maridaje de cerveza, los tres con la ubicación en el nuevo edificio del GOe como punto de encuentro.

Durante la comisión en el Ayuntamiento de Donostia, la concejala Arzallus señaló que en el edificio desde la inauguración sólo se habían realizado algunas visitas y que la única actividad era la de los operarios que llevan a cabo dentro y fuera del edificio para las obras pendientes. El concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran ironizaba en la red social X mostrando una foto de gente, aparentemente preparada para acceder a alguno de los talleres. “Una imagen vale más que mil palabras”, decía.

La ausencia de licencias es otra más de las polémicas en torno a la inauguración de este edicio, que se abrió al público entre protestas de asociaciones de vecinos y grupos políticos que consideran que el solar que ocupa debería destinarse a viviendas en una ciudad como Donostia, con los precios de la vivienda de los más elevados de España. Ya en la inauguración y en las visitas que se programaron para los ciudadanos, se veía que el edificio se abría oficiamente con algunas carencias, tanto en las aceras de acceso como en el interior del edificio. Por ejemplo, ya se dijo que el restaurante que ocupará la última planta y que aún no tiene nombre, no se inaugurará hasta febrero, es decir, cuatro meses depués de la inaguración del edificio que lo albergará.