'La mujer que mató a todo': cabaret crítico con humor negro en La Nave del Duende

El próximo sábado 18 de octubre a las 19:30 horas, La Nave del Duende, en Casar de Cáceres, acoge el estreno en Extremadura de La mujer que mató a todo, un cabaret tragicómico en once cuadros que desafía la moral y la cordura con una mezcla de ironía, poesía y lucidez. La pieza, escrita, dirigida e interpretada por Nía Cortijo, es un viaje teatral por las contradicciones humanas, el humor como salvavidas y la necesidad de reírse hasta de lo insoportable.

“Contradictoria por humana. Cómica por necesidad. Simple y sofisticada. Elegante y chabacana. Excesiva y minimalista. Perfectamente imperfecta.” Así se presenta la protagonista de este montaje unipersonal, “peripatético y sicalíptico”, una mujer que, desde el escenario, se expone ante el público para ser juzgada, pero que termina devolviendo el espejo: el juicio es el de cada espectador, “el vuestro de cada día, de piel pa dentro, el suyo, el tuyo, el nuestro”.

Con un tono entre el absurdo y la confesión, Nía Cortijo construye un espectáculo que transita entre la comedia y la tragedia, entre el cabaret y la autoficción. Lo que empieza como una risa ligera se convierte en una protesta escénica, un alegato feminista que interpela al público sobre los mandatos de género, la culpa, la maternidad, la salud mental y los límites de la libertad. “Ella lo hace todo —dice el texto—: matar para morir, morir para vivir, vivir para reír”.

Del humor colectivo a la introspección feminista

Esta actriz es conocida por formar parte del dúo Las XL, junto a la actriz y cantante Marta Sitjà, un referente del humor feminista en los escenarios españoles. Juntas han creado espectáculos como Abandónate mucho o Degenérate mucho, en los que combinan música, teatro, sátira y pensamiento crítico para desmontar los clichés del amor romántico, la feminidad normativa o los roles tradicionales.

Con La mujer que mató a todo, Cortijo da un paso más allá y se adentra en una propuesta más íntima y autorreferencial, sin renunciar al humor que caracteriza su trabajo. La actriz extremeña se desnuda escénicamente —no en lo literal, sino en lo emocional— para mostrar el peso de las expectativas, el deseo de romper con lo aprendido y el impulso de crear un nuevo lenguaje que atraviese el cuerpo y la risa.

Después de más de veinte años sobre los escenarios, ha convertido la pedagogía teatral en una extensión natural de su trayectoria. Imparte talleres con infancia, adolescencia, juventud y personas mayores en los que utiliza el teatro como herramienta de crecimiento personal y político. “Me interesa generar despertares”, explica. “Poner el arte al servicio de las personas es el camino que quiero recorrer”.

La Nave del Duende: un refugio para la creación

El estreno tendrá lugar en La Nave del Duende, un espacio de referencia en Extremadura gestionado por la compañía Karlik Danza Teatro, dirigida por Cristina D. Silveira. Inaugurada en 2007, la nave se ha convertido en un punto de encuentro para la investigación y la experimentación escénica, con una programación que da cabida a propuestas arriesgadas, poéticas y contemporáneas.

Ubicada en el Polígono Industrial La Cañada, Nave 1, en El Casar de Cáceres, La Nave del Duende dispone de un aforo reducido, lo que garantiza la cercanía entre intérprete y público, un elemento esencial en espectáculos como este, donde la mirada y el silencio también forman parte del guion.

Las entradas pueden reservarse a través de la web de La Nave del Duende. La función está recomendada para público adulto y promete una noche de esas que se recuerdan con un rictus de sonrisa en la cara: una de esas en las que el teatro se convierte en espejo, trinchera y celebración.

Porque, como dice su creadora, La mujer que mató a todo no trata sobre el final de algo, sino sobre el acto vital de matar para poder vivir.