Más de un millar de niños han participado en la edición de verano de los Espacios Educativos Saludables, un programa financiado por la Junta de Extremadura y que ha gestionado en treinta municipios por parte de Cruz Roja.
Se trata de un número algo inferior al del año pasado, aunque superior a las previsiones con las que contaba la Junta y que eran de 980 niños. Es un programa que también va dirigido a las familias y este verano se ha trabajado con 721 de ellas.
Se trata de un programa dotado con un presupuesto de un millón de euros, en el que se ha educado a la infancia en actividades de ocio y de educación “sin el estigma de que se les vea en los municipios como aquellas personas vulnerables”, explicó en la clausura del programa el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles.
“Para que permitan ese refuerzo de educar a los chicos en valores, de utilización d recursos, de gestionar el tiempo de ocio y de cómo se les puede estimular para que puedan tener un futuro adecuado. Desde Cruz Roja se ha desplegado a cerca de 250 voluntarios y se han generado 112 puestos de trabajo entre monitores y terapeutas.
En esta edición, ha habido 75 niños con una discapacidad o diversidad funcional en el programa desarrollado, que han requerido apoyos especiales, que también han sido prestados por los profesionales de Cruz Roja. “Con ello hemos conseguido una integración real de los niños, para que puedan tener un verano como el resto de los niños de la comunidad autónoma”.