Feijóo bendice el regreso del PP al gobierno de Ourense tras fracasar la operación de Baltar para derribar a Jácome

Daniel Salgado

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Los contactos del Partido Popular con Gonzalo Pérez Jácome existen, y el presidente de la Xunta está al corriente de los mismos. Alberto Núñez Feijóo ha bendecido este jueves el retorno de su formación al gobierno de Ourense, la tercera ciudad en población de Galicia. La reconciliación en ciernes entre la derecha tradicional y la derecha populista de Democracia Ourensana sucede tras el fracaso de la operación comandanda hace nueve meses por Manuel Baltar, presidente de la diputación, para derribar a Jácome. “Es cierto que el PP de Ourense está valorando la posibilidad de volver a dar estabilidad al gobierno municipal”, dice ahora Feijóo.

El presidente gallego ha reelaborado su relato sobre la convulsa política local ourensana. Según explica ahora, la responsabilidad de que el PP acusase a Pérez Jácome de corrupción el pasado agosto, saliese del ejecutivo local, empujase a parte del grupo de Democracia Ourensana a hacer lo mismo y dejase la gestión de ciudad en manos del alcalde y dos concejales es, sobre todo, del Partido Socialista. Para cuadrar esa singular versión de la historia, se remontó a la constitución, en 2019, de las corporaciones locales.

“Propusimos formalmente al PSOE que la ciudad de Ourense fuese gobernada por la lista más votada, el PSOE, y la diputación, por la lista más votada, el PP. La respuesta fue que no”, señaló. Y como los socialistas se negaron a no buscar un acuerdo de izquierdas para gobernar en el ayuntamiento, Feijóo se tragó sus opiniones sobre Jácome, al que en campaña electoral llegó a calificar de “letal para Ourense”. El PP acordó un gobierno de coalición con él como regidor a cambio de que éste, otrora látigo de Baltar, apoyase a los populares para que retuviesen la única diputación que presiden. Pero la entente no duró.

Feijóo habló este jueves de “problemas judiciales, algunos de momento archivados, otros absueltos” que llevaron a su partido a “automáticamente marchar del gobierno municipal”. No solo eso. Cinco de los ediles elegidos por la lista de Democracia Ourensana llevaron a su ex jefe a la Fiscalía en septiembre. El PP cargó con todo contra Jácome, la parálisis y el desgobierno. Y el propio Feijóo abrió la puerta a algún acuerdo con el Partido Socialista, cuyo candidato Rafael Villarino había sido el más votado en los comicios de 2019.

El Partido Popular no contaba, sin embargo, con la resistencia de Jácome. Este se aferró al bastón de mando y ni siquiera se inmutó cuando el periódico local La Región, próximo al baltarismo, publicó que un asesor del alcalde había ofrecido, por indicación suya, un trabajo a una concejala díscola de Democracia Ourensana si ella dimitía del pleno y daba paso a un fiel. PSdeG, BNG y Ciudadanos pidieron la renuncia del regidor y el PP, explicaciones. Ocurrió en febrero. Los socialistas volvieron a buscar una vía para reconducir la situación y desalojar a Jácome. Pero el PP se dedicó a marear la perdiz.

Las condiciones de Baltar que asume Feijóo

Fue Baltar el que estableció las condiciones para un hipotético pacto. Lo primero, que el alcalde no fuese Villarino, pese a que encabezaba nueve ediles socialistas, frente a siete populares, dos del BNG, dos de Ciudadanos y los siete de Democracia Ourensana -finalmente divididos entre cuatro contrarios a Jacóme y dos leales a este. Feijóo se plegó al diseño político de Baltar y repitió el requisito al ser preguntado por el asunto. Villarino aceptó la idea de dar un paso atrás. Entonces, Baltar subió la apuesta: debía abandonar además su asiento en el pleno. Feijóo también lo asumió. Lo volvió a hacer este jueves: “Propusimos muy claramente que no podía formar parte de esa corporación y que no podía gobernar Ourense por persona interpuesta”.

El culebrón de las derechas ourensanas entra ahora en una nueva fase. El mismo Baltar aseguraba ayer que Jácome es “muchísimo mejor alcalde” que el candidato del Partido Socialista. Y planteaba, en una entrevista con Europa Press, dos vías para la reconcilación: apoyos puntuales o regreso al ejecutivo. Al día siguiente, es decir, este jueves al término del Consello de la Xunta, Feijóo se sumaba nuevamente a las tesis del presidente de la diputación y del PP de Ourense. “El grupo municipal del PP de Ourense está valorando dar un mínimo de seguridad al gobierno de la tercera ciudad de Galicia, que está empantanado, bloqueado desde hace meses”, asegura ahora Feijóo, como si él y su partido nada tuviesen que ver.