El personal de enfermería del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) ha lanzado un mensaje a la población ante la situación “muy preocupante” del centro: “Nos sentimos muy impotentes. Por eso os pedimos o, mejor dicho, os suplicamos vuestra ayuda. Si no tomáis todas las medidas, esto no se va a acabar nunca y mucha gente morirá”.
Las palabras son de Mónica Pérez Taboada, enfermera de una unidad de COVID-19, que habla en nombre de sus compañeros. Recuerda que los sanitarios trabajan “sin parar” desde la primera ola y se encuentran “agotados, pero sobre todo desanimados”. “Está claro que no hemos sabido transmitir el mensaje o no ha calado en la población. No sabemos qué hacer para que la gente se conciencie de que no podemos tener contacto social más que para lo imprescindible”, señala. Enfatiza que la actividad debe limitarse a cuestiones como ir al médico, al trabajo, al colegio o al supermercado.
Personal sanitario del área de A Coruña lleva días lanzando mensajes públicos diarios en los que advierte del deterioro de la situación a causa del coronavirus y piden a la población que limite sus actividades. Nacho Ramil, internista en el CHUAC, avisó de que “las costuras del hospital están saltando”, con un ritmo de ingresos la semana pasada de 20 enfermos con coronavirus al día. “Y la proyección futura nos pone en los peores números, bastante pasados, de toda la pandemia”, añade.
Cree que la sociedad está “cansada y anestesiada” ante los datos diarios de contagios y fallecimientos, pero insiste en que, “independientemente de las que medidas que estén sobre la mesa”, la recomendación de los sanitarios es “un autoconfinamiento domiciliario muy similar al de aquella fase cero”.